(Agraria.pe) El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) amplió en más del 95% la zonas de cultivos en todo el país, lo que ha permitido incrementar en un 17% la producción de semillas de alta calidad genética, garantizando la disponibilidad de alimentos nutritivos para la seguridad alimentaria de todos los peruanos.
Para ello, a través del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) promueve la liberación de 200 variedades de cultivos de alto valor, la instalación de más 200 parcelas de investigación en zonas campesinas, más de 2.000 módulos de agricultura hidropónica, la habilitación de una red de 15 laboratorios de análisis de aguas, suelos y foliares, banco de germoplasma, entre otros de importancia.
En el marco de la Estrategia Nacional de Seguridad Alimentaria, y en la política del sector agrario, así como de los objetivos de desarrollo de tecnologías con calidad nutricional en alimentos de consumo masivo, el INIA desarrolla variedades con capacidad de tolerar las principales plagas que atacan a los cultivos, se adaptan a diversos tipos de clima y ofrecen frutos de alta calidad, generando un incremento de más de 90% en la productividad de las hectáreas, favoreciendo la economía de más de 5 mil productores.
Pero, además, con el análisis de la calidad del suelo con fines agrarios, el INIA viene reduciendo los niveles de degradación de las hectáreas, lo que permite fortalecer la calidad de los cultivos, la capacidad nutritiva de suelo por campaña, potenciar la conservación orgánica y evitar el uso excesivo de agroquímicos. Entre los cultivos potenciados figuran el arroz, avena forrajera, frijol, caupí, maíz amarillo duro y quinua.
Proyectos para impulsar la ganadería
En los últimos 4 años, el Midagri a través del INIA se implementan proyectos de ganadería vacuna PROMEGNACIONAL, PROMEGTROPICAL y PROGAN, con la finalidad de mejorar la calidad de esta actividad económica mediante la producción y transferencia de material genético (semen y embrión de alto valor) por inseminación artificial.
Producto de ello, hasta la fecha se ha logrado el nacimiento de más de 23 mil crías de ganado bovino con alta capacidad para producir carne de alto valor y leche con altos índices de sólidos y nutrientes. Ello ha incrementado en un 50% las áreas destinadas a la producción de forraje de calidad con técnicas silvopastoriles, mejorando sustancialmente la alimentación vacuna, la sanidad animal, procesos de pastoreo, reducción de índices de mortandad, entre otras.
Así mismo estas razas lecheras bovinas cuentan con el alelo A2A2 de beta caseína y el alelo B de Kappa caseína, lo que permite una mejor tolerancia al consumo y un mayor rendimiento en la transformación láctea. En relación a las razas cárnicas, su genética garantiza alto contenido de proteína, grasa de infiltración y terneza, lo que lo hace un producto ideal para la seguridad alimentaria del país.
En tanto, con la liberación de las razas de cuy con alta calidad Perú, Inti, Andina y Kuri, el INIA ha potenciado la presencia de la mujer como líder empresarial de cadenas de valor vinculadas a esta actividad. Estas razas aportan capacidad cárnica, calidad nutritiva, prolificidad, precocidad y adecuado peso comercial.
Capacidades y conservación
Otro factor que contribuye con la generación de cultivos de calidad es la formación de productores como Proveedores de Asistencia Técnica. Hasta la fecha el INIA, en sus diversas Estaciones Experimentales Agrarias y proyectos de inversión, ha realizado 304 cursos de formación, consolidando a 4.376 agricultores especializados en manejo agronómico y conservación de cultivos, material genético y crianza.
Además, el INIA ha desarrollado 20.593 accesiones caracterizadas (unidades individuales de material genético), conservadas, multiplicadas y regeneradas en los distintos bancos de germoplasma. Este avance permitirá la identificación de accesiones que posean actitudes para generar nuevas variedades de cultivos con alta calidad genética, la cual favorecerá con la seguridad alimentaria.