COLUMNA DE:
Angel Manero

Angel Manero

Ingeniero Agroindustrial con Maestría en Administración de Agronegocios. Consultor senior en Desarrollo Productivo y Negocios Agrarios.
08 diciembre 2020 | 09:41 pm Por: Angel Manero

NUEVA LEY DE PROMOCIÓN AGRARIA

NUEVA LEY DE PROMOCIÓN AGRARIA

El Perú nunca deja de sorprendernos y todo periodo de crisis nos deja un aprendizaje enorme. Desde hace muchos años, hemos visto a algunos exportadores destacar los altos ratios de crecimiento de ventas e inversiones de las agroexportadoras, de la conquista de tal o cual mercado; y mientras tanto, otro lado del país pensaba “y si te va tan bien por qué no mejoras las condiciones de los trabajadores”.

Quienes hemos estado cerca del agro los últimos 30 años, hemos visto la mejora de las condiciones de los trabajadores; antes tenían que caminar varios kilómetros para llegar al punto de “reclutamiento” de personal, algunas veces encontraban un jalador que les daba chamba para el día y otras veces regresaban a casa sin conseguir el sustento diario; cada mañana que caminaba al colegio por la calle La Mar en Imperial, Cañete me cruzaba con las caras tristes de aquellos que no habían sido reclutados. Después, cerca del año 2000, instaladas algunas empresas agroexportadoras, se les recogía en camiones; ahora se les recoge en buses cerca de sus casas. Los ambientes de comida, ni que decir, hemos pasado de que cada trabajador llevaba su fiambre, a los comedores completamente equipados que ahora podemos ver; se ha pasado de pagar solo el jornal diario en función del sueldo mínimo y nada más, a pagar un jornal diario con todos los beneficios incluidos (02 gratificaciones y CTS) un mes de vacaciones y además bonificaciones por productividad.

Existe un buen grupo de empresas que trabaja bien y se preocupa por la gente y existe otro grupo que no lo hace. Es cuestionable que se critique a los “services” porque a fin de cuentas es la empresa agraria quien los contrata. Es mejor decir “habemos empresas que operamos dentro de la formalidad y con respeto por el recurso humano y otras que no; ayúdennos (SUNAFIL) a cerrar esas empresas que representan una competencia desleal para nosotros”.

Siempre he criticado lo parcial de la agenda del agro, y eso lo pueden encontrar en mis artículos anteriores, algunos gremios vinculados a la exportación criticaban, a veces, cuando se pedía algún tipo de beneficio para la pequeña agricultura, no faltaban palabras como asistencialismo o subsidio; cuando el sector agroexportador gozaba cómoda y legalmente de tres beneficios claros: menos renta, menos ESSALUD y drawback.

Con lo anterior, tampoco quiero decir que estuvo bien derogar la Ley de Promoción Agraria; pudo estar bien si no se hubiera extendido hasta el 2031; pero una vez extendida, el Estado tiene la obligación de respetar el horizonte del marco normativo; hay decisiones de inversión como compra/venta de empresas o predios que ya se han hecho en base a este horizonte del 2031. Nos encontramos en un escenario de crisis económica mundial por el COVID y una tendencia preocupante de precios a la baja de nuestros principales productos de agroexportación y con amenaza de países competidores por todos lados; es decir, estamos en el peor momento para haber derogado la Ley 27360.

Además, hay algo que no se advierta en los argumentos, la actividad agroexportadora es una actividad de alto riesgo; eso no me lo tienen que contar, yo mismo he ganado y perdido mucho dinero en la agroexportación. Para que una actividad de alto riesgo funcione, las proyecciones del negocio deben mostrar alta rentabilidad; nadie invierte en un negocio con alto riesgo y baja o moderada rentabilidad; allí es donde ayudó la Ley 27360 y también el drawback: a mejorar los flujos que sustentan las inversiones. El sector agro es un sector diferenciado en cualquier parte del mundo; tal es así, que es el único sector definido como prioritario en la Constitución Política del Perú en su artículo 88.

Como están las cosas, tenemos dos semanas para elaborar la propuesta de nueva Ley de Promoción Agraria y allí es donde quiero aportar; miremos hacia adelante, aquí mi propuesta:

Antes de promulgar la nueva ley, se debe elevar el sueldo mínimo para todos los trabajadores del país de 930 a 1,080 soles mensuales. Ello permitirá elevar el jornal diario base de 31 a 36 soles en el régimen general o de 39.19 a 45 soles en el ex régimen laboral agrario.

La nueva ley debe considerar

  1. Permitir, a decisión individual del trabajador, cobrar sus gratificaciones en julio/diciembre y su CTS en mayo/noviembre o incluirlas en el jornal diario como adelanto de beneficios futuros (en realidad esto ya se podría hacer sin necesidad de ley, pero es mejor precisarlo para evitar mal entendidos). Además, hay que enfatizar que es posible la utilización de contratos temporales hasta por 6 meses de plazo.
  2. Que sea obligatorio para SUNAFIL auditar, cada trimestre, a las empresas del sector en lo referente a cumplimiento de los beneficios y condiciones laborales, y accesorias como transporte y alimentación de personal donde corresponda.
  3. Que la nueva ley de promoción agraria no tenga caducidad, que sea un régimen permanente y diferenciado según lo estipula el articulo 88 de nuestra Constitución Política.
  4. Con la derogada Ley de Promoción Agraria, las empresas pagaban 15% de impuesto a la renta y los trabajadores reciben el 5% de la utilidad de la empresa. Mi propuesta es mantener el 15% para las empresas y aumentar el reparto de utilidades a favor de los trabajadores: que los trabajadores reciban 10% de las utilidades del 2021 al 2025; 15% del 2026 al 2030 y 19.5% del 2031 en adelante. De este modo, el accionista de la empresa reducirá sus utilidades en 14.5% las que irán a los bolsillos de los trabajadores; y con ello, compartirán plenamente los resultados de la compañía.
  5. Además, incluir un mecanismo que ayude a disminuir la intermediación comercial y favorezca la articulación de pequeños productores con empresas ancla, como la devolución total del impuesto selectivo a los combustibles para las empresas que acopian la materia prima desde el campo. Ello permitirá que la industria se integre más con la oferta de pequeños productores; y también, los comerciantes de los mercados mayoristas regional o nacional eliminarán intermediación.
  6. También, que los recursos destinados al FAE Agrario (S/ 2.000 millones) para el financiamiento de la pequeña agricultura sean permanentes; es decir, que puedan utilizarse de manera revolvente para aquellos productores que cumplan con honrar el crédito; haciendo algunas modificaciones operativas como bajar la cobertura de la garantía al 50% a partir del segundo año y encargar su administración al Banco Agropecuario.

Debemos concentrar la nueva Ley de Promoción Agraria en devolverle la estabilidad tributaria a los agroexportadores que se han visto afectados; al mismo tiempo, mejorar las condiciones para los trabajadores e incluir a la pequeña agricultura en los beneficios.