COLUMNA DE:
Angel Manero

Angel Manero

Ingeniero Agroindustrial con Maestría en Administración de Agronegocios. Consultor senior en Desarrollo Productivo y Negocios Agrarios.
19 mayo 2011 | 10:06 pm Por: Angel Manero

Transgenia: un elefante en el parronal

Sin Imagens

El 18 de mayo el Grupo Agronegocios y ADEX coincidimos en un conversatorio sobre los transgénicos, gracias a las gestiones de Alfredo Menacho. Allí pudimos escuchar a Santiago Pastor, Fausto Robles y a Ilko Rogovich quienes pudieron esgrimir sus argumentos a favor o en contra del ingreso de semillas transgénicas al país.

Este conversatorio me sirvió para reforzar mi convencimiento a que el Perú (climadiverso y con un 84% de predios menores a 10 Has.) está mejor ahora sin producción transgénica que con ella. Quedó claro que hasta ahora las únicas cualidades que brinda la tecnología “trans” a las semillas son la resistencia a herbicidas y a determinadas plagas. No existen todavía semillas que por alguna condición derivada de implantación de genes de otro género tenga mayor productividad que los híbridos que ahora conocemos.

Cuando se dice que hay algodones o maíces transgénicos más precoces o con mejores rendimientos es porque sencillamente se ha hecho una buena selección de semilla hibrida convencional. No existe un gen implantado que les brinde estas propiedades. También sorprendió que Fausto Robles nos comentara que en Lambayeque ha podido ver plantas de maíz y algodón transgénicos, ¿Qué dirá ante esto el Ministerio del Ambiente? ¿Cómo entraron esas semillas?

Muy interesante también ha sido poder conocer que el ordenamiento legal alrededor de la biotecnología en el Perú es un “arroz con mango en salsa de piñón” que hace falta un nuevo ordenamiento legal y probablemente una ley que ordene todo y que derogue a sus predecesoras.

El conversatorio sirvió para escuchar también a los asistentes, la gran mayoría a favor de la moratoria y los pocos en contra (Luis Destefano, Guillermo Van Ordt y por supuesto Fausto Robles) no pudieron convencernos.

Muy interesante la “intervención” de José Luis Silva en el sentido que, reafirmando lo que Fausto Robles había comentado, difícilmente la tecnología de los transgénicos se puede orientar a la pequeña agricultura dado que ésta viene indexada a un paquete tecnológico de rígida aplicación y en la mayoría de los casos es requerido el riego tecnificado, siembra automatizada y mecanización; adicionalmente el paquete tecnológico puede verse afectado por condiciones de alta humedad del ambiente (Léase historia del algodón “Bt” en Colombia).

Carlos Lozada de ADEX brillante en sus intervenciones, aunque para los “pro transgénicos” podría decirse que el rol del moderador estuvo sesgado, tuvo gran lucidez para afirmar que al Perú le corresponde un posicionamiento de valor en los mercados mundiales de alimentos y en concordancia con Hans Golz “debemos producir y vender lo caro e importar lo barato”.

En plena discusión recibí un email enviado por Efraín Gómez de CONVEAGRO acerca de que el ejecutivo había decidido formar una comisión multisectorial para evaluar el tema. Me quedé pensativo acerca de cómo esta comisión iba a influir en el debate del congreso del siguiente día, debate que hoy he visto postergado por el bochornoso pugilato de los congresistas García Belaunde (AP) y Wilson (APRA).

Me parece bien que en la comisión multisectorial aparezcan instituciones que se han mostrado a favor y en contra de los transgénicos, aunque multisectorial no necesariamente es lo mismo que multidisciplinaría y especializada. Sería recomendable que se encargue un gran estudio que analice y documente los riegos a la salud, riesgos a la biodiversidad, beneficios de la tecnología, potencial de desarrollo de áreas y cultivos en el país y tendencias en los mercados para finalizar en un gran análisis beneficio/costo. Estos análisis tomarían no menos de un año ¿mientras tanto el DS 003-2011-AG seguirá vigente?

Estamos metiendo el elefante al parronal con el ingreso oficial de las semillas transgénicas al Perú. Borramos con una mano lo bueno que la otra había hecho lanzando nuestra “marca país”.

No podemos echarnos a la suerte esperando los resultados de esta comisión multisectorial por lo que urge insistir con la moratoria por cinco años en el congreso, claro está si los congresistas dejan de pelear.

Lima, 19 de mayo del 2011