(Agraria.pe) La producción porcina es el sustento de 2.500.000 peruanos; además, la cadena productiva del cerdo (productores, proveedores, transportistas, mayoristas, fábricas de embutidos, canal Horeca, mercados y supermercados) genera 625 mil puestos de trabajo directos e indirectos.
Así lo indicó la gerenta de la Asociación Peruana de Porcicultores (Asoporci), Ana María Trelles Ponce, quien detalló que nuestro país tiene 3 tipos de porciculturas diferenciadas: producción tecnificada, producción medianamente tecnificada, y crianza familiar.
La producción porcina tecnificada, representada por 100 empresas, produce 1.5 millones de cerdos cada año que representan 180 mil toneladas (75% de la producción nacional de carne de cerdo); además cuenta con 93.000 hembras reproductoras (madres). Esta actividad se realiza en la costa (Piura hasta Tacna) y la selva (Madre de Dios, Iquitos, Tarapoto) y genera una mano de obra directa e indirecta de 75.000 personas.
En el caso de la producción medianamente tecnificada son aproximadamente 144 mil productores (representan el 24% del total de productores), además producen 12 mil toneladas cada año (5% de la producción nacional) y cuentan con 8.700 marranas. Se ubican en la costa.
Por su parte, en la crianza familiar el número de madres alcanza las 150.000. Son 2 millones de animales que se producen cada año que representan 48.000 toneladas (20% de la producción nacional). La mano de obra directa e indirecta de estas granjas pequeñas asciende a 456 mil personas (76% de los productores porcinos en el país). Están ubicados en zonas de sierra y selva.
Impacto del Covid-19 en el sector porcicultor
La gerente de Asoporci, indicó que el Covid-19 y las medidas adoptadas para su mitigación, generaron el quiebre de la cadena de comercialización de la carne de cerdo. Al respecto, dijo que hubo restricción en los horarios de atención, incluido el cierre de algunas plantas de faenamiento por casos positivos en covid-19, y se incrementó el costo de servicio de faenamiento en los mataderos.
“Los ingresos de las familias disminuyeron dramáticamente debido al aislamiento obligatorio. El impacto fue directo sobre el consumo, que se redujo entre un 50% y 60%; esto generó un descenso del precio (pasó de S/ 8 el kilo a entre S/ 3 y S/ 4 el kilo a mayorista). El sector porcicultor nacional perdió cientos de millones de soles. Miles de pequeños productores dejaron la actividad”, manifestó.
Ana María Trelles señaló que este menor precio de venta en carcasa de cerdo no se trasladó al público por parte de los minoristas y los supermercados, que mantuvieron precios elevados al consumidor final. Agregó que el cierre de restaurantes y la ausencia total del turismo redujo significativamente la demanda del sector Horeca, que adquiere entre el 25 al 30 % de la oferta total de carne de cerdo.
“En nuestro caso, al no ser un país exportador, se acumularon grandes stocks de carne de cerdo, los frigoríficos estuvieron al tope de su capacidad instalada, al igual que las granjas con cerdos sin vender con mayor peso y más días de espera para la venta (por lo que hicieron muchas donaciones). Las importaciones también disminuyeron a raíz del bajo precio de cerdo local, la producción nacional cubrió en un 100% la demanda de la industria”, finalizó.