(Agraria.pe) El sector de la agricultura ecológica necesita más ayudas financieras y estratégicas por parte de la Unión Europea (UE) si desea alcanzar los objetivos establecidos para 2030. A pesar de la inversión de casi 12.000 millones de euros desde 2014, las medidas actuales no parecen ser suficientes para consolidar la producción ecológica como un motor central de la economía agrícola europea. Un informe reciente del Tribunal de Cuentas Europeo arroja luz sobre las deficiencias de las políticas actuales y subraya la necesidad de una estrategia más coherente y ambiciosa.
Ayudas de la UE en agricultura ecológica: una cifra significativa pero insuficiente
Desde 2014, la Unión Europea ha invertido aproximadamente 12.000 millones de euros en ayudas a la agricultura ecológica, una cifra considerable, pero que se ha revelado insuficiente para cumplir con los objetivos establecidos. El presupuesto para este sector ha experimentado un aumento significativo con el compromiso de 15.000 millones de euros adicionales hasta 2027, y aunque la superficie de tierras cultivadas ecológicamente ha crecido, la agricultura ecológica sigue siendo un mercado de nicho. Esta situación plantea dudas sobre la eficacia de las ayudas proporcionadas y sobre la sostenibilidad del modelo actual.
Un mercado de nicho que requiere desarrollo
Actualmente, la agricultura ecológica representa menos del 4 % del mercado alimentario total de la UE, una cifra baja en comparación con las ambiciones de sostenibilidad y eficiencia ecológica que plantea la estrategia «de la granja a la mesa». Este plan es parte integral del Pacto Verde Europeo, cuyo objetivo es transformar la agricultura en un sector más respetuoso con el medio ambiente. Sin embargo, el objetivo de que el 25 % de las tierras agrícolas en la UE se cultiven de forma ecológica para 2030 parece cada vez más inalcanzable. A menos que las ayudas se optimicen y los países adopten medidas más audaces, los auditores advierten que la UE no logrará alcanzar este propósito.
Desigualdad en la adopción de la agricultura ecológica en Europa
Un factor crucial que afecta el éxito de la agricultura ecológica en la UE es la desigual adopción entre los Estados miembros. Mientras que países como Austria superan el 25 % de superficie agrícola dedicada a prácticas ecológicas, otras naciones como Países Bajos, Polonia, Bulgaria, Irlanda y Malta apenas alcanzan el 5 %. Este desequilibrio evidencia que el desarrollo de la agricultura ecológica no avanza de manera uniforme en toda Europa, lo que dificulta la consecución de los objetivos a nivel comunitario.
Deficiencias en la estrategia de la UE
El informe del Tribunal de Cuentas Europeo destaca que, aunque la Política Agrícola Común (PAC) ha sido el principal mecanismo de financiación para la agricultura ecológica, presenta importantes deficiencias. Una de las críticas más contundentes es que no existen objetivos claros y cuantificables para el sector más allá de 2030. Esto significa que la actual estrategia carece de una visión a largo plazo que permita al sector ecológico consolidarse de manera sostenible y autónoma. La falta de indicadores claros para medir el impacto ambiental de estas prácticas agrava el problema.
Otra preocupación radica en que las ayudas de la PAC, que deberían compensar los costos adicionales y las pérdidas de ingresos de los agricultores al cambiar de prácticas convencionales a ecológicas, no siempre se vinculan a la producción efectiva de alimentos ecológicos. Esto genera un riesgo de dependencia de las subvenciones europeas sin incentivar un crecimiento real del mercado ecológico.
Obstáculos en la implementación de normas ecológicas
El informe del Tribunal de Cuentas también señala que, en muchos casos, los agricultores que reciben ayudas de la UE no cumplen plenamente con las normas ecológicas. Por ejemplo, algunos productores obtienen permiso para utilizar semillas no ecológicas y no se ven obligados a seguir estrictamente prácticas como la rotación de cultivos o el bienestar animal, que son esenciales para el éxito de la agricultura ecológica. Esta laxitud en la aplicación de las normas debilita los beneficios ambientales que, en teoría, la agricultura ecológica debería aportar.
¿Qué debe cambiar para alcanzar los objetivos de 2030?
Para que la agricultura ecológica pueda cumplir con los objetivos del 25 % de tierras cultivadas para 2030, los expertos advierten que se necesita una revisión profunda de las políticas actuales. Entre las propuestas, se sugiere:
. Incrementar el apoyo financiero a los agricultores que deseen adoptar prácticas ecológicas, enfocándose no solo en la cantidad de tierras cultivadas, sino en la creación de un mercado robusto y en la sensibilización de los consumidores.
. Fortalecer la aplicación de normas ecológicas, garantizando que todos los beneficiarios de ayudas cumplan con los estándares de sostenibilidad y bienestar animal.
. Establecer indicadores claros y medibles que permitan evaluar el impacto ambiental de la agricultura ecológica.
. Desarrollar una visión estratégica más allá de 2030, que incluya objetivos concretos y metas alcanzables para consolidar este sector como un pilar de la economía agrícola europea.
Hacia una estrategia más ambiciosa y coherente
El Tribunal de Cuentas Europeo concluye que, si bien la agricultura ecológica tiene un gran potencial para contribuir a los objetivos climáticos y ambientales de la UE, las políticas actuales necesitan ser más ambiciosas. Además, se requiere una mayor coherencia entre los objetivos medioambientales, económicos y sociales de la PAC. De lo contrario, se corre el riesgo de perpetuar un sistema insostenible que dependa excesivamente de las ayudas de la UE, sin generar un mercado dinámico y autosuficiente.
Conclusión: un futuro incierto para la agricultura ecológica en la UE
En resumen, aunque la Unión Europea ha invertido miles de millones de euros en el desarrollo de la agricultura ecológica, la falta de objetivos claros, incentivos adecuados y una estrategia coherente amenaza con desviar el proyecto de sus metas iniciales. La agricultura ecológica no debe quedarse como un sector de nicho, sino que necesita convertirse en el eje central de una economía agrícola sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Para ello, las ayudas de la UE deben ser más ambiciosas y centrarse en la creación de un sistema equilibrado y autosuficiente que no dependa exclusivamente de las subvenciones.
Fuente: Agronews Castilla y León