(Agraria.pe) "En los estudios y noticias que analizamos, fuimos testigos de cómo se agotan las fuentes de riqueza de nuestro país debido a la explotación irresponsable, con el fin de obtener el máximo beneficio en el menor tiempo posible, esto como consecuencia de nuestra naturaleza avariciosa. Por citar algunos ejemplos, la biopiratería de la maca entre los años 2014-2015, la caída de precios de la quinua por malas prácticas, en el año 2015", expone Caleb Alcalá Mercado, gerente de ventas de la empresa peruana Elisur Organic, productora y exportadora de jengibre y cúrcuma orgánica.
En ese sentido, la empresa decidió analizar detalladamente su cadena de valor del jengibre e identificar dónde empieza realmente toda esta actividad económica.
"Logramos entender que todo esto parte desde la agricultura, pero como disciplina, es decir, el correcto manejo del cultivo, el cuidado y respeto de la naturaleza, la ciencia y cultura aplicada a la producción. Sin embargo, esto no se podría dar sin la existencia del agricultor. Grande es la sorpresa que, sabiendo lo importante que es este eslabón, es el menos favorecido en toda la cadena de valor, siendo los acopiadores, procesadores, distribuidores, tiendas detallistas, los que más se benefician en rentabilidad. Sumado a esto encontramos la amenaza de la sensibilidad de los precios del mercado, que prácticamente podrían extinguir la presencia y prevalencia de los productores de jengibre si es que bajan más allá de los costos de producción", manifiesta Alcalá.
Reunión de productores socios de Elisur Organic
Con el objetivo de poder sostener la agricultura del jengibre económica y socialmente, Elisur Organic se ha certificado en Fair Trade, de la mano de sus agricultores socios. "Ahora los agricultores tendrán un acceso más directo al mercado, en condiciones justas, con un canal de comercialización sostenible y de calidad. Esto ayudará a encontrar la equidad en la rentabilidad entre el agricultor y toda la cadena de valor, a través del respeto de un precio mínimo en relación con los costos, un margen adecuado de ganancia y un incentivo porcentual adicional al precio de venta. El consumidor decidirá, de manera voluntaria, directamente a favor del agricultor, para que mejore su calidad de vida, trabajo, educación, aprendizaje u otro componente de desarrollo".
"Este proceso, además, nos indica que todos los participantes de la cadena de valor tienen que certificarse (productor, procesador, exportador, importador, distribuidor y comercializador minorista), obteniendo así un producto con prácticas comerciales homogéneas", sostiene Ángel Enríquez del departamento de Marketing de Elisur Organic.
Además, este avance también está relacionado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la OMS, la cual busca, a futuro, erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos. Resaltando con esta actividad los objetivos N°01: Reducción de las desigualdades y el N°08: Trabajo Decente y Crecimiento Económico.
"Esta implementación fue un trabajo arduo de seguimiento, coordinación y de aprendizaje, pero estamos conformes porque sabemos que estamos dando un paso más para hacer sostenible este modelo de negocio. Estamos en conversaciones para vender a clientes en Italia, Estados Unidos y Alemania. Los cambios comienzan con pequeños pasos", declara Kristel Camargo, gerente general de Elisur Oganic.
"En realidad, este es un certificado para nosotros los agricultores. Es como una ventana que nos permite conocer y creer que hay esperanza en la empatía y trabajo conjunto, no solo en mi país, sino en el mundo", declara Wildo Ramírez, socio agricultor de Elisur Organic.
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