(Agraria.pe) Los efectos de la volatilidad del comercio internacional y un cambio climático cada vez más abrupto impulsarán un crecimiento lánguido de 12% de la producción agrícola y pesquera en América Latina y el Caribe, según el reciente informe OCDE-FAO Perspectivas agrícolas 2023-2032.
De acuerdo al reporte, divulgado esta semana, la región concentrará el 30% de la producción global de commodities como el maíz y la soja, además de la oferta de azúcar, carne de vacuno, aves de corral y harina, en un escenario marcado por un despegue de los cultivos, a diferencia de la pesca.
En este sentido, se espera que el 70% de la producción alimentaria en la próxima década para la región que incluye al Perú corresponderá a los cultivos, con un rendimiento conjunto en todos los países del 17%, mientras que la industria ganadera y pesquera aportará sólo con el 11% y 10%, respectivamente, bastante más atrás.
Para la FAO, la exportación de los alimentos será clave para el desarrollo de las economías en la región. De esta manera, el bloque tendrá una subrayada "posición central en el comercio mundial", pero siempre a costa de que este crecimiento de los cultivos y la actividad alimentaria en general se vea respaldado por un "mercado global orientado a su apertura".
Ello, a razón de que el mercado internacional es "cada vez más frágil" por constantes conflictos que ponen de manifiesto las desventajas de estas economías puramente proveedoras, aunque existen ciertas excepciones como El Salvador y Panamá que, aun siendo parte del bloque, son importadores.
El orbe se calienta
Por otro lado, FAO incide sobre los riesgos que existen en la cadena de producción global de soja, donde Brasil ocupa, en este momento, más de la mitad de la oferta, pero que se ve largamente amenazada por la crisis climática. La proyección es que llegue al 54% al 2032.
El documento recuerda que muchos países en la región ya se han visto afectados por largas sequías —como la que ocurre actualmente en Uruguay—, así como incendios forestales que ponen en vilo su potencial de producción, sobre un territorio que ocupa más de 2.000 millones de hectáreas cultivadas.
No obstante, el organismo multilateral reconoce que "bajo condiciones normales" del clima existen oportunidades tangibles para suplir las brechas de demanda de alimentos que puedan aparecer en el horizonte, sobre todo a partir de la incertidumbre que se generará en la próxima década en el mar Negro tras la guerra de Ucrania.
La situación se agrava si se considera que una década de avances en la disponibilidad de calorías "se ha estancado desde 2015", arrastrada por una marcada "inestabilidad macroeconómica" que se ha acentuado para todo el bloque.
El 14% de la comida global se pierde
FAO también advirtió que el desperdicio de alimentos a nivel global genera unas pérdidas de unos US$400.000 millones (unos 368.000 millones de euros) cada año e implica el despilfarro del 14% de la comida producida globalmente.
En 2023 se espera que la ingesta per cápita alcance las 3.111 kilocalorías anuales por persona, un crecimiento lento del 3% para una década. Según el organismo, el consumo de azúcar en la región de Latinoamérica sigue siendo "alto", casi un 65% por encima de la media mundial.
Datos
. Urea: Cada subida de un 10% en el precio de los fertilizantes genera un aumento del 2% en el costo de los alimentos.
. Avena: En 2032, el 41% del total de cereales se destinará directamente a consumo humano.
Fuente: larepublica.pe