(Agraria.pe) Con miras a vacunar de 30 millones a 40 millones de aves domésticas, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), en alianza con el sector privado, iniciaron ayer la vacunación contra la influenza aviar en una granja de gallinas de postura, ubicada en la provincia de Chincha, en la región Ica.
La jornada contó con la presencia de viceministro de Políticas y Supervisión del Desarrollo Agrario, Segundo Regalado, y el jefe del Senasa, Miguel Quevedo, quienes preliminarmente hicieron entrega del primer permiso de vacunación contra la influenza aviar a la Asociación de Avicultores del Sur (Avisur).
"Hoy, en tiempo récord, el Perú ha puesto en marcha la vacunación de aves domésticas, con un control y seguimiento riguroso por parte del Senasa. De esta manera, se busca asegurar la producción nacional de carne de aves y huevos, principal fuente de proteína que consumen los peruanos" expresó el jefe del Senasa, Miguel Quevedo.
En el país, ya son varias empresas avícolas que han iniciado las gestiones para obtener el permiso de vacunación contra la influenza aviar en granjas comerciales; próximamente iniciarán con las jornadas de vacunación, bajo la fiscalización del Senasa.
A la fecha, son cuatro vacunas registradas de manera oficial; tres laboratorios extranjeros y un laboratorio nacional. De acuerdo a la normativa vigente, en el Perú se utilizarán vacunas vectorizadas e inactivadas, que serán aplicadas en aves de vida larga, que incluye a las aves de granjas avícolas y aves de pelea o combate.
Autorización para la vacunación
Las granjas avícolas que deseen vacunar, deben estar autorizadas por el Senasa, contar con un médico veterinario autorizado; además de presentar resultados negativos a influenza aviar mediante pruebas PCR, con vigencia no mayor a siete días.
Para el caso de aves de pelea, la vacunación se realizará a través de las asociaciones de criadores, quienes deberán contar con una lista de asociados, la dirección de cada predio y la población a vacunar. Al igual que las granjas avícolas, deberán contar con resultados negativos a influenza aviar en los plazos correspondientes.
La vacuna es una herramienta que se complementa con las medidas de bioseguridad; es biológicamente segura por lo que no constituye un riesgo para los humanos. Disminuye la tasa de mortalidad del 80% al 40%, sin embargo, no evita el contagio a otras granjas por ello la bioseguridad es fundamental.