15 octubre 2013 | 11:46 pm Por: Redacción

Informó la FAO con motivo del Día Mundial de la Mujer Rural, celebrado ayer

MÁS DEL 50% DE LAS MUJERES RURALES DE AMÉRICA LATINA TRABAJAN EN EMPLEOS NO RELACIONADOS A LA AGRICULTURA

MÁS DEL 50% DE LAS MUJERES RURALES DE AMÉRICA LATINA TRABAJAN  EN EMPLEOS NO RELACIONADOS A LA AGRICULTURA

Las mujeres que trabajan en  empleos rurales no agrícolas generan ingresos que son claves para su autonomía económica y para la seguridad alimentaria de sus familias. 

 

Por: Redacción

 

Lima, 16 de octubre 2013 (Agraria.pe) Más del 50% de las mujeres rurales de América Latina trabajan en empleos no relacionados a la agricultura, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO),con motivo del Día Mundial de la Mujer Rural, celebrado el 15 de octubre.

 

Según la FAO, en los últimos años se ha visto un gran aumento del empleo no agrícola entre las mujeres que habitan las áreas rurales de América Latina: entre 2010 y 2013, este tipo de trabajos creció de 9.6 millones a 14 millones. El empleo rural no agrícola engloba a todos los habitantes rurales que trabajan fuera del sector primario (agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca). 

 

Al respecto, la consultora de género de la FAO, Soledad Parada, indicó que las mujeres que trabajan en  empleos rurales no agrícolas generan ingresos que son claves para su autonomía económica y para la seguridad alimentaria de sus familias. 

 

Sin embargo, destacó que faltan políticas específicas para mejorar sus condiciones de trabajo, que reflejen estos cambios en la estructura laboral rural.

 

La FAO señaló que el 45% de las mujeres mayores de 15 años que habitan en áreas rurales están ocupadas, y el 10 % de ellas trabaja en Empleos Rurales No Agrícolas (ERNA), el cual ha crecido vigorosamente, tanto entre las mujeres como entre los hombres. Este tipo de empleo creció un 29% entre las mujeres y un 27% entre los hombres durante el periodo 2000-2008.

 

“Esto nos muestra que el panorama laboral de las áreas rurales está cambiando. Por ende, las políticas públicas de los gobiernos y las intervenciones de la sociedad civil y de los organismos internacionales deben considerar este cambio para implementar acciones para fortalecer el empleo y la seguridad alimentaria”, explicó Soledad Parada. 

 

Sobre la participación de las mujeres en el empleo no agrícola, señaló que este tipo de empleo ofrece ventajas a las mujeres en términos de barreras a su entrada, mejores condiciones de trabajo y flexibilidad de horarios y una menor discriminación.

 

Las mujeres en el empleo rural no agrícola

 

Según la nota de políticas de la FAO, el 53% de las mujeres ocupadas en ERNA son asalariadas (porcentaje que sube a 75% en el caso de los hombres ocupados en ERNA). El 29% de ellas trabaja por cuenta propia y relativamente pocas mujeres trabajan sin remuneración (7%), sobre todo en comparación con la situación en la agricultura.

 

Más del 70% de las mujeres que trabajan en ERNA tienen menos de 45 años.  Algo más de la mitad de ellas son casadas o conviven con una pareja y más del 80% vive en hogares de tres o más personas.

 

Llama la atención que del total de las mujeres ocupadas en ERNA, el 27% proviene de un hogar encabezado por una mujer; mientras para los hombres es sólo el 12%. La diferencia se explica por el hecho de que en 86,6% de los hogares encabezados por una mujer ocupada en ERNA sólo la mujer es la que trabaja.

 

Actualmente, un 45% del total de los ocupados de la región trabaja en alguna actividad no agrícola como ocupación principal. En 2010, el total de empleados rurales en la región ascendía a 48,4 millones de personas, de las cuales 21,7 millones trabajaban en ERNA.