Ejecutivo gremial sostuvo que nuestro país necesita más ingenieros agrícolas, biólogos, entre otros, ante un escenario de crecimiento agroexportador. Destacó además que Perú evolucionó ante los ojos del mundo que antes lo veía solo como un proveedor ‘back up’ cuando Chileno podía ofrecer algún producto.
(Agraria.pe) El desarrollo agroexportador logrado por el Perú en las últimas décadas es un caso notable que sirve de ejemplo a seguir en la región, refirió Ricardo Polis, presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú – AGAP. Esto en el marco de la campaña para lograr que el Gobierno extienda la vigencia de la Ley de Promoción Agraria.
Según Polis, un país vecino como Colombia ve con expectativa el camino que ha transitado Perú y está buscando ahora copiar nuestro modelo agroexportador para alcanzar el mismo éxito.
En esa línea, observó que para mantener e incrementar la competitividad del Perú en este negocio es crucial aumentar el número de profesionales especializados. Puso por ello la mira especialmente en los jóvenes que están por terminar la secundaria y aún no definen qué carrera seguir.
“Si los padres ven que los chicos de quinto de media no saben qué estudiar, deben saber que la agricultura es una opción de estudio. Nos faltan ingenieros agrícolas, biólogos, especialistas de industria alimentaria, técnicos de frío, etc. Muchos chicos no saben que esta es una alternativa de negocios en el Perú”, declaró.
El potencial, explicó, es amplio no solo por la cantidad de proyectos de irrigación que se encuentran en ciernes y ampliarán la frontera agrícola en la costa, sino por la capacidad productiva que aún está por desarrollar en la sierra y selva peruanas.
Agregó que la agroindustria genera además negocios anexos como la fabricación de cajas para empacado de las frutas y hortalizas o palets, insumos que antes se importaban pero que, gracias a la evolución de los años recientes, se fabrican en nuestro territorio, especialmente en las zonas rurales para atender las necesidades de esta industria. Esta dinámica explica que mientras en 2004 la agroindustria había generado 462 mil empleos formales, en el 2016 logró fomentar 809 mil.
Asimismo, refirió que el sector agroexportador, durante los primeros 15 años de vigencia de la ley, fue escenario de prueba y error para muchas empresas que sucumbieron comercialmente, hasta que al fin se logró crear un ecosistema funcional que lograra grandes resultados, por lo que consideró necesario que se cuide este entorno.
Un aspecto clave que Ricardo Polis incluyó en esta vía es la alta inversión en investigación y desarrollo, lo que ha permitido que los grandes mercados del mundo cambiaran su mirada sobre el Perú, que antes era considerado un proveedor ‘back up’, es decir, al que solo acudían a comprar aquello que otros productores como Chile no podían proveer.