(Agraria.pe) Ver en su día a día los estragos que causa la anemia en los niños ya no solo de las zonas rurales del Perú, sino también en las urbanas, y la incidencia de ese factor en su desempeño académico en las escuelas fue la principal motivación de Evelyn Ramos Castellanos, CIO fundadora de Evand´s, una pequeña empresa que se enfocó en mejorar la nutrición de la población escolar con preparaciones caseras y que ahora ha adoptado procesos industriales para llevar su prédica de alimentación saludable a más lugares del país y quizá del extranjero.
Hasta 2017, Evelyn trabaja en una notaría de Huancavelica pero fue diagnosticada con lupus, por lo que tuvo que abandonar esa actividad ya que la enfermedad no tiene cura. Preocupada por su futuro, volvió a su natal Huánuco, donde empezó a estudiar nutrición pensando en una mejor alimentación podría ayudarla a sobrellevar los síntomas. En una de sus clases, le resultó reveladora una historia sobre cómo los japoneses desarrollaron la idea de loncheras saludables en un largo periodo de adaptación. Con esa idea, y con los datos que tenía sobre los alarmantes niveles de malnutrición escolar en Perú, pensó que sería interesante llevar quioscos saludables a los colegios. Con ese paso empezó un largo camino.
En 2018, Evand´s participó en un en una licitación de quiosco saludable en el colegio estatal Pedro Sánchez Gavidia de Huánuco, donde había estudiantes que se desmayaban en educación física, adolescentes que llegaban sin desayuno y luego no almorzaban, con la carga de tener que trabajar luego en labores de campo.
“La gran mayoría de padres en la sierra manda a sus hijos a la ciudad y los chicos tienen que trabajar y estudiar. Era otra realidad que tuvimos que adaptar. Hicimos labor social para que los chicos de secundaria recibieron almuerzo gratuito para que estudien. Nos preocupaba por qué los chicos se desmayaban. Hablamos con la directora, una muy buena persona, el subdirector también e hicimos análisis de hemoglobina: más de la mitad de los estudiantes tenían anemia. Implementamos por eso hierro en los alimentos para chicos y que no consuman azúcares ni golosinas”, nos cuenta.
En el quiosco de ese primera experiencia, las preparaciones se ofrecían a un sol cada una, y el menú podía consistir de lentejas con arroz, carne molida y ensalada; o arverjita partida, ceviche, tarwi, choclo con queso. Fue especialmente importante el apoyo en esta etapa de madres de familia en situación vulnerable por maltrato físico y psicológico (el 90% del equipo son madres solteras), quienes se sumaron al proyecto y se capacitaron en repostería. Así surgieron alternativas como la pizza con quinua, con avena, las chocotejas con sangrecita.
“Aprovechábamos los productos de la zona. Por ejemplo, hicimos también chupetes con tumbo, con maíz morado de la zona, carambola, cocona, frutos de la región. En tres oportunidades estuvimos cerca de quebrar porque era difícil que los chicos se acostumbren a la comida sana. Trabajamos incluso un piloto con tarjeta roja y verde para quien llevaba una gaseosa en la mochila, era un juego. Los padres cuidaban que en los alrededores no hubiera ambulantes que ofrecieran golosinas. Ya en agosto de 2018 logramos que sus paladares se adapten, y para el 2019 era full saludable para los alumnos”, recuerda.
2020, pandemia y futuro
El camino era muy promisorio para Evand´s, al punto que en 2019 participó en el concurso “A comer pescado” del Ministerio de la Producción y ganó el primer lugar de Huánuco con su experiencia en el colegio Pedro Sánchez Gavidia, por lo que llegó a competir en Lima. Ahí, durante una exposición, contó su experiencia de lucha contra la anemia y un funcionario se le acercó para contarle que la ministra de entonces ministra de la Producción Rocío Barrios “ya la tenía mapeada”. Luego, la autoridad misma le habló de los CITEs y cómo ayudan a industrializar productos. Con ese estímulo, Evelyn volvió a Huánuco y contó a sus compañeras que en la capital estaban premiando a quienes preparan alimentos saludables como ellas.
En enero de 2020, el equipo de Evand´s llegó al CITE Huallaga, donde les enseñaron a industrializar sus productos. Con este impuso, sus refrescos se convirtieron en néctares, las mazamorras se transformaron en papillas y las chocotejas en chocolates, además de mermeladas y compotas.
El año parecía ir perfecto, y de hecho, llevó un diplomado en nutrición infantil en Lima. Preparación con la que volvió luego a Huánuco con la idea de abrir un tercer quiosco. Al primero, se había sumado ya un segundo en el colegio Julio Armando Ruíz de Amarilis (Huánuco). La tercera experiencia iba a ser en un Colegio de Alto Rendimiento, cuando llegó la pandemia de Covid-19.
“Quebramos. Estábamos preparadas para el quiosco. Tuvimos que donar todo lo comprado. Empezamos de cero prácticamente. Luego afortunadamente ganamos el primer concurso de premio Latinoamérica Verde. En la mentoría una amiga argentina me dijo que debo aprender a vender mi producto y hacerme conocida en mi labor”.
A pesar de las dificultades, Evand´s siguió siendo protagonista en más certámenes, como la feria Red Vive y Próceres del Bicentenario, lo que le incentivó a seguir creciendo. Con este ímpetu lograron clasificar con su emprendimiento para ingresar al catálogo de comercio electrónico de Plaza Vea. Con este trabajo, son 15 los productos con los que cuentan actualmente.
“Los principales son los que tienen que ver con la anemia. Especialmente un néctar de mandarina con kion, cúrcuma y linaza que yo consumía cuando hubo pandemia y no había las pastillas que debía tomar. Creé ese néctar para manejar el tema de las articulaciones. Estos productos de prevención de anemia llegan ahora a cuatro tiendas especializadas en Lima, una en Áncash y otra en Trujillo”.
Este 2022 sigue marcando nuevos hitos para la organización, con dos momentos estelares: el primero fue el premio “Empresas que transforman el Perú”, otorgado por la Asociación Frieda y Manuel Delgado Parker e IPAE Asociación Empresarial con apoyo del Grupo RPP, USAID y FSG. Este reconocimiento tuvo en cuenta el trabajo que se hace no solo a nivel de producción, sino de labor social ya que Evelyn acompaña al Ministerio de Salud en campañas madrugadoras para acercarse a vecinos en sectores donde se conoce que hay problemas de anemia.
El segundo momento estelar fue el premio PEUMIN Inspira, otorgado durante el propio desarrollo de Perumín en Arequipa, que reconoce emprendimientos sociales con impacto en la disminución de brechas sociales y económicas que contribuyan al desarrollo sostenible de poblaciones de la sierra peruana. El premio es impulsado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú en alianza con el Centro Internacional de la Papa (CIP)- One CGIAR y gestionado por Kunan.
Miguel Ordinola, coordinador de proyectos para Latinoamérica y el Caribe en el Perú del CIP cuenta que este premio a Evand´s reconoce su experiencia concreta de impacto social en un contexto de sostenibilidad con alcance en los objetivos de desarrollo sostenible. “Lo interesante en esta experiencia son las características que llaman la atención y se pueden potenciar. Varios emprendimientos ,principalmente ganadores, se dedican a generar valor agregado que se pide en zonas rurales, desarrollo de productos procesados, identificando el lado comercial y el aporte a la nutrición y salud de las personas. Son promovidos por jóvenes y es un tema que se reclama mucho en el sector agronegocios, productos que ya pasaron su etapa de prototipo y están en el mercado luchando por posicionarse. Esto genera también empleo local que importante en términos de oportunidades. Son cuestiones que buscan promover ecosistemas e innovación a nivel local territorial. En el caso específico de Evand´s, ellos se ligaron al CITE de la zona para interactuar en Huánuco con privados y públicos con valor agregado, generando un ecosistema local que hay que promover”, revela.
Comentó asimismo, que como parte del premio, se otorgará a la CIO de Evand´s la oportunidad de seguir un curso de agroexportación para que emprenda el camino hacia los mercados internacionales.
Planes de crecimiento
Los próximos pasos de Evelyb Ramos implican ampliar el alcance a más tiendas especializadas, y concientizar en las empresas que tienen buena parte de su fuerza laboral con un importante nivel de anemia. “Hemos tenido reuniones con empresas cuyos trabajadores en un 15% tienen anemia, no es solo con niños, es con adultos, se ha generalizado no solo en zonas rurales sino también urbanas. Ya se está viendo más como una enfermedad crónica”, apunta.
En esa vía espera llegar a empresas mineras y concesionarias de alimentos para llevar el mensaje no solo de lucha contra la anemia sino contra la desnutrición y obesidad. Para esto prepara propuestas que son analizadas por dos nutricionistas, además del propio aporte de ella que tiene varios conocimientos adquiridos en la materia.
Finalmente, deja un mensaje claro, pensando especialmente en los niños y jóvenes, sobre la responsabilidad que hay que tener con ellos: “Los padres piensan que la anemia es como una gripe que va a pasar, pero puede dejar graves secuelas. El niño no aprende y no entienden por qué. Esto tiene que ver con la alimentación. La anemia tiene que curarse. Recomiendo a los padres que vean la alimentación, que es fundamental para los niños”.
