La ubicación geográfica de Perú así como su capacidad de producir todo el año lo hacen muy atractivo. Especialista agregó que hoy el negocio de la uva es “del mundo” y hay que estar atentos al cambio climático que puede afectar la productividad.
(Agraria.pe) Para enfrentar los retos de los mercados globales, la agroindustria ha borrado las fronteras en materia productiva. Es el mensaje que resalta el ingeniero Pedro Gálvez, representante técnico de Adriática, en relación a la industria de la uva. Desmitifica por ello que exista una “industria consolidada” en Chile pues los productores de dicho país también lo hacen desde Perú, y hay otros tantos peruanos que los hacen desde Ecuador. “Hoy es un negocio que es del mundo”, destaca.
Por eso mismo, considera, no es preciso separar la uva chilena de la peruana en un mercado abierto, una sinergia que se deja ver claramente desde el punto de vista empresarial. “Si comparamos en el último tiempo la cantidad de empresarios chilenos que están produciendo en Perú es cada vez más grande, porque Perú tiene unas condiciones muy favorables”, dice. Y agrega que Chile en contraste tiene algunos inconvenientes como que se encuentra más lejos de los mercados y no cuenta con los mismos climas.
“Acá en Perú se puede producir en cualquier época del año, sobre todo en la zona norte, Piura”, apunta.
En donde sí parece haber una diferenciación es en la forma en que el cambio climático está afectando a las diversas zonas productivas. Si bien Gálvez reconoce que siempre hubo un proceso de variación en este factor, apunta que hoy es mucho más brusco de un año a otro, lo que genera trastornos en los cultivos.
“En Chile nos pasó que una primavera-verano fue húmeda y eso ayudó a la proliferación hongos como botrytis y la uva llegó (a destino) con problemas sanitarios. Acá en Perú no es tan húmedo como en Chile en algunas zonas, y por tanto se preocupan solo del oídio. Si cambian las condiciones y aumenta la humedad ambiental, la botrytis pasa a ser un factor que no estaba considerado, así con la sequía y la lluvia”, detalla.
A todo esto suma que “se puede ser el mejor productor en una buena zona, trabajar bien y tener una buena cosecha, pero aun así el mercado puede castigar por exceso de oferta”. En ese sentido recuerda que siempre los productores andan fijándose en cómo le va a la competencia pues su afectación por el cambio climático puede determinar que una zona no solo sea menos competitiva sino que hasta deje de ser productora.