Por: Ing. Lourdes Escobar Quispe*
(Agraria.pe) Según cifras del Ministerio de la Producción[1], se estima que la acuicultura logró un aporte del 19.7% al PBI Pesca y Acuicultura y de 0.06% al PBI Nacional en 2023, equivalente a 329 millones soles, generando 30 mil puestos de trabajo. Sin embargo, la limitada normatividad e informalidad en esta actividad, en gran parte del país contribuyen al escaso control de sus efluentes y residuos sólidos. Las consecuencias son lamentables, dado que el impacto ambiental, social y económico afecta la población y otras actividades económicas.
A manera de ejemplo, de los muchísimos que hay; en el año 2014 ocurrió un episodio en Arequipa, el agua para consumo humano presentó olor y sabor inaceptables, esto debido a la deteriorada calidad del agua cruda que superó la capacidad de potabilización instalada; el agua almacenada en el sistema de embalses Chili Regulado, estaba eutrofizada y se evidenció la presencia de piscigranjas flotantes de truchas. Ante la situación, el CRHC Quilca-Vitor-Chili[2], recomendó incorporar en los ECA-Agua, los parámetros necesarios para evaluar el estado eutrófico de las aguas embalsadas, instituir la medición de la huella ambiental de la actividad acuícola y controlar su volumen de producción.
Esta situación no es exclusiva del Perú. Buschman[3] señala que en Chile, los desechos vertidos anualmente por la crianza de Salmón, son mayores al equivalente de 2 millones de personas; y Quispesivana[4] sostiene que la crianza de truchas en jaulas flotantes en la laguna Arapa de Perú, genera incrementos de fósforo hasta niveles que clasifican este cuerpo de agua como eutrófico según la teoría de Vollenweider[5].
Las soluciones están a la mano y las recomendaciones sobre buenas prácticas abundan y es preciso aprovecharlas: Por ejemplo, en la Amazonía, desde antes del 2009 los gobiernos locales y diversas ONGs, promueven la conformación de organizaciones acuícolas, y apoyan la construcción y manejo de estanques para la crianza de peces tropicales[6], En estos casos las buenas prácticas para su desarrollo en espacios reducidos indican la descarga del agua para la cosecha con un periodo de ocho meses[7].
Pese a que la Ley General de Acuicultura, precisa que los efluentes de esta actividad no califican como aguas residuales, es importante controlar su disposición final y cumplir las buenas prácticas, a fin de garantizar una buena calidad del agua para otros usos aguas abajo o en el rango de influencia; Al respecto, el Estado se ha pronunciado sobre las medidas necesarias[8] indicando que dichas actividades deben contar con medidas de mitigación por impactos que pudieran resultar perjudiciales para el área y la zona de influencia. Sin embargo, hay aún mucho por hacer.
Ya que no se cuenta con la normatividad para la medición de las externalidades que la actividad acuícola puede provocar en el medio ambiente, en relación a la cantidad de individuos por m2 y capacidad de resiliencia del cuerpo de agua que será receptor o contenedor de los efluentes y residuos sólidos, se debe cumplir con el registro de datos y ejecutar estudios para plantear e institucionalizar la medición de la huella ambiental de la actividad acuícola.
Dato
*Lourdes Escobar Quispe es Ingeniero Químico, Master en Administración de Empresas y estudios de doctorado en Ciencias Ambientales. Tiene amplia experiencia en la gestion de recursos hídricos en entidades públicas y en la empresa privada.
[1] PRODUCE. (2024). Reporte Sectorial, Acuicultura, Desempeño de la actividad acuícola. Obtenido de https://www.producempresarial.pe/wp-content/uploads/2024/04/9-PPT-Sector-Acuicultura-Febrero-2024_rev-1.pdf
[2] Equipo Multisectorial. (2014). Informe técnico: Alternativas de solución a la problemática de la calidad hidrobiológica del agua para el consumo humano en la provincia de Arequipa. Obtenido de https://hdl.handle.net/20.500.12543/5487
[3] Buschmann, A. H. (2001). Impacto ambiental de la acuicultura el estado de la investigación en Chile y el mundo. Obtenido de https://cetmar.org/DOCUMENTACION/dyp/ImpactoChileacuicultura.pdf
[4] Quispesivana, W. (2016). Evaluación del impacto en la calidad de agua debido a la producción semi intensiva de trucha (Oncorhynchus mykiss) en jaulas flotantes en la laguna Arapa - Puno. Obtenido de http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1810-634X2016000100003
[5] Vollenweider, R. (1968). Scientific fundamentals of the eutrophication of lakes and flowing waters, with particular reference to nitrogen and phosphorus as factors in eutrophication (Vol. Tech. Report No. DAS/CSI/68.27). Paris: OECD.
[6] Rodríguez, J. (2022). Gestando territorio en el VRAEM. AVSF-Perú – Proyecto Vraem. Obtenido de https://coeeci.org.pe/gestando-territorio-en-el-vraem/#_ftn6
[7] López, M. (2009). Haciendo piscicultura en las comunidades indígenas de Loreto. Obtenido de https://www.terranuova.org.pe/portal/sites/default/files/PISCIGRANJA.pdf
[8] PRODUCE. (2022). Manual para una acuicultura sostenible Cultivo de Trucha. Ministerio de la Producción.