(Agraria.pe) El acercamiento con los pequeños productores, su organización y profesionalización son elementos claves para el desarrollo de la industria del mango peruano de exportación. Este trabajo es clave en regiones como Piura, que es la principal zona productora del Perú. Iván Vilchez, gerente general de Dominus, sostiene que se ha logrado una sostenibilidad en el consumo y que de hecho en los últimos tres años se ha bordeado los 10 mil contenedores exportados. “Eso nos da a los que estamos al lado de la producción una posición importante; en cuanto al crecimiento de la demanda, todo el trabajo que se hace para posicionar la fruta se ve en en Estados Unidos; muchas empresas en Europa promocionan también el consumo”, comenta.
En esa línea, consideró que las cadenas productivas deben alinearse con los pequeños agricultores. En Piura, complementa, el mango tiene más de 25 años y allí los agricultores son especialistas que saben en qué momento hacer aplicaciones y desarrollan una gran técnica, por lo que no es complicado que se unan a un ciclo competitivo a pesar de que actualmente están atomizados. A esto ayuda que en el país la variedad dominantes es Kent, “un árbol generoso” que da mucha fruta que es casi orgánica. “Es un valor importante dentro del segmento de mercado en crecimiento. En fruta orgánica la marca es importante tenerla para diferenciarnos”, señala.
Reto sanitario
En cuanto a los cuidados del cultivo, el representante de Dominus pidió a la cadena productora enfocarse en minimizar el impacto de la mosca de la fruta, ya que el tratamiento que se le impone para exportar muchas veces deteriora las características organolépticas del fruto. Considera por ello que el Senasa debe contar con el suficiente presupuesto, infraestructura y recursos para integrar más a los agricultores en esta labor que ha empezado hace un tiempo pero que considera va lenta en ejecución.
“Debe haber una condición favorable en lo fitosaniatario porque no podemos estar aplicando químicos. La Unión Europea nos restringe muchas moléculas. Eso significa no que debemos buscar otras moléculas que permitan no tener una condición desfavorable en el campo, sino que debemos trabajar más en la erradicación, ahí hay un trabajo fuerte”, concluyó.
