(Agraria.pe) El gasto total en innovación tecnológica, tanto público como privado, alcanzaría los S/. 1,500 millones el próximo año, que representa el 0.25% del Producto Bruto Interno (PBI), estimó el titular del Ministerio de la Producción (Produce), Piero Ghezzi.
Indicó que si el Estado está gastando 4% del PBI en educación y si conjuntamente los sectores privado y público sólo gastan 0.15% del PBI en innovación, entonces hay una brecha, por ello, sostuvo que deberían ir hacia el uno por ciento del PBI y después por encima esa cifra.
En ese sentido, refirió que Israel, Finlandia y Corea del Sur gastan 4% del PBI en innovación y que en nuestro país se debe seguir trabajando bajo esa directriz. "A veces los países que tienen mayor riqueza de recursos naturales tienden a olvidar los temas de innovación. Pero la realidad es que tenemos que fortalecer nuestras ventajas comparativas y aumentar nuestra complejidad y diversidad productiva", señaló.
Consideró que la innovación como componente para el desarrollo de un país es igualmente importante que la educación. "Los peruanos tenemos que enamorarnos más de la innovación. Algo importante que ha ocurrido en los últimos años en Perú es un enamoramiento de la educación porque nos hemos convencido de lo importante que es y nos ha dado vergüenza estar en el último puesto Pisa de manera continua en las tres áreas", dijo.
El ministro destacó que para revertir esta situación ha habido una combinación de buenas políticas, ideas y recursos que son necesarios para mejorar la educación.
Señaló que la innovación tiene un componente multisectorial, pues en el caso de la gastronomía no le corresponde necesariamente a un ministerio, por lo que necesita de una mesa multisectorial que coordine todas las instituciones del sector público y privado.
"En innovación lo que se ha hecho es conversar y escuchar las necesidades de los participantes”, anotó.
Ghezzi manifestó que el modelo de desarrollo que debe tener nuestro país tiene que ser un modelo "made in Peru", porque tenemos características únicas, con una biodiversidad y una realidad en el clima y ambiente cultural que nos hace muy difícil replicar otras realidades.
"Aprendamos de otro país lo que se ha hecho bien. Por ejemplo, en el caso de Chile en lo forestal y acuícola, o en el caso de Brasil temas financieros y de desarrollo", apuntó.