14 abril 2020 | 08:19 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Entrevista con Juan Manuel Benites, presidente del Instituto Crecer

El Estado debe evitar que la cadena logística y productiva del agro caiga

El Estado debe evitar que la cadena logística y productiva del agro caiga
El ex ministro de Agricultura consideró prioritario que el Estado sostenga y amplíe la entrega de bonos a familias vulnerables, establezca compras públicas de alimentos, acceso a créditos y actúe de árbitro en las próximas campañas agrícolas para evitar sobreoferta. Si no se toman acciones, podría haber escasez y subida de precios en el futuro cercano.

(Agraria.pe) Desde el punto de vista productivo, la agricultura peruana está en un año normal de cosechas; sin embargo, el panorama se complica hacia el futuro por la afectación de la demanda en los mercados. Juan Manuel Benites, presidente del Instituto Crecer y ex ministro de Agricultura, así lo adiverte y plantea una acción integral y en diversos frentes para proteger al pequeño agricultor que es sobre quien recae el 70% de la provisión de alimentos del país.

“El problema es de demanda; lo que ha empezado a ocurrir a raíz de la cuarentena que se ha ido extendiendo es una caída significativa de ingresos por una parte importante de la población. Eso se va traduciendo en una menor demanda de productos”, explica.

Recuerda que según un estudio reciente de Ipsos, en los sectores C y D se ha registrado una pérdida completa de ingresos a un nivel de 40%, y es justamente el grupo que destina un mayor porcentaje en gastos de alimentación (a diferencia de los sectores A y B). Esta menor demanda puede ir mermando la cadena de comercialización hacia atrás hasta llegar al productor en el campo que será impactado por menores precios en un escenario de exceso de oferta. “Lo que tenemos que lograr es que eso no se dé, porque una caída de ingresos en el campo tiene doble efecto: la propia familia se perjudica porque no tiene recursos para comprar lo que no produce, y, no teniendo recursos, no hay excedentes para programar la siguiente campaña productiva”, agrega.

Benites considera que la coyuntura actual de crisis es una de las peores de la historia no solo para el país sino para el mundo entero, por lo que será inevitable que los ingresos de la población en general sean menores. Instalados en esa realidad, lo que el Estado debe procurar es que la cadena logística y productiva del agro no caiga pues comprende a sectores altamente vulnerables en la sierra principalmente, parte de la costa y la selva.

Incentivo a la demanda
Una alternativa ante este escenario es continuar e incrementar los bonos a las familias vulnerables en zonas urbanas y rurales, así como incentivar las compras públicas. Si bien Benites reconoce que en el pasado no estuvo de acuerdo con este tipo de acciones -como cuando se compró la producción de papa para corregir precios-, observa que hoy la realidad es distinta y lo importante es sostener el sector para que los agricultores lleven todos los días comida a sus hogares.

“El estado debe entender que es una situación sui generis que va a requerir una política intensiva de gasto; intensificando bonos y las compras públicas atenuaremos un poco el impacto, y eventualmente en las zonas más afectadas ver si se extiende el bono rural y los espacios que podrían recibir un cheque directo del Estado”, sostiene.

Las próximas campañas
El ex titular de Agricultura refiere asimismo que se debe analizar con detalle las próximas campañas grandes, como la de la papa que empezará a salir del Cusco, Apurímac, Puno, para pasar luego al Centro. Allí, puede ser necesaria la orientación, ya no las en las siembras sino en las cosechas, por lo que corresponde al Minagri mapear las zonas productoras, tener en claro los tiempos de campaña, cantidad de producto, destino y evitar la sobreoferta que pueda tirar abajo los precios.

Si es que existe alguna ventaja, dice, es que productos como la papa, mientras se mantenga en la parcela, puede sostenerse un tiempo más, ya que es un conservador natural. Esto deberá ser un factor clave para que el Estado organice la oferta con información, capacidad de movilización y centros de acopio.

Aun así, es verdad que la papa es el producto número uno en riesgo, a diferencia del arroz, café y azúcar, cuyos stocks se pueden manejar, algo muy difícil con el tubérculo y las verduras, por lo que las decisiones deben tomarse rápidamente para implementarse en el corto plazo.

Otro aspecto a monitorear es el de los créditos para que la maquinaria siga funcionando con énfasis en la accesibilidad para pequeños agricultores con alto riesgo. “No nos vamos a poner en el plan de hacer evaluaciones complicadas de cartera de crédito que nos dejen afuera gente que se puede perjudicar si no tiene qué sembrar. Hay que tener una política agresiva y abierta con Agrobanco que ha tenido pocos ‘dientes’, pero que esperamos tenga mayor proyección. También hay que ver cómo recuperamos el engranaje que teníamos antes con las cajas rurales que se vio afectado por algunos problemas con la cadena del café. Hay que ver cómo utilizamos toda la red financiera que nos puede servir para inyectar liquidez, capacidad y capital de trabajo para la próxima campaña”.

Asimismo, propone establecer campañas de trabajo temporal en zonas rurales porque muchas familias allí, además de agricultura, se dedicaban a actividades ligadas a otros sectores como turismo, un ámbito que también está afectado hoy. Por ello, podría proponerse labores en limpieza y mantenimiento de canales, rehabilitación de infraestructura de riego, siembra de pastos y reforestación, entre otros que puedan ayudar a que sigan generando ingresos de forma paralela.

Además, se debe revisar la estructura de costos en la cadena productiva para optimizarla, ya que en cuanto a insumos, el pequeño agricultor los encuentra afectados con el IGV. Esto es un sobrecosto, puesto que su producto final -sea papa o cebolla, entre otros- no considera este impuesto al encontrarse en la informalidad. “Cada sol que paga el productor en IGV por fertilizantes, maquinaria u otros, va directo al costo y eso reduce su nivel de rentabilidad e ingresos. Es un tema que está en mesa de discusión con el MEF, pero hay discusiones ideológicas ahí que habría que romper en este momento y sincerarlo para que haya menos impacto en la economía de los más pobres”, explica.

Agroexportación
Consultado sobre si la meta planteada a inicios de año de alcanzar los US$ 8.500 millones en agroexportaciones este 2020 seguía siendo viable, Juan Manuel Benites replica que es complicado tener claridad sobre ese punto porque si bien el sector ha seguido trabajando a pesar de la emergencia, puede haber problemas en los mercados de destino.

“En un principio fueron restricciones por cuarentena con el cierre de puertos que se empezó a ver desde diciembre y enero. Hoy hay algo de eso pero también creo que habrá un efecto importante de caída a nivel de ingresos. Habría que mirar si la demanda que los productos que exportamos podría afectarse, si son percibidos como de altísimo valor en la canasta alimentaria o son considerados un poco más gourmet. Afortunadamente estamos ubicados en un sector de frutas y hortalizas que suele ser lo que se prioriza en las canastas de alimentos”.

Benites confía en que los empresarios agroexportadores peruanos sabrán conducirse en esta movida marea económica internacional gracias a sus años de aprendizaje empresarial, lo que les permite manejar mejor los riesgos. La diversificación y la buena llegada al sector financiero son claves en ese objetivo.

Finalmente, pidió que la coyuntura sirva de llamada de atención sobre un sector como el agrícola que no ha recibido todo el apoyo que ha necesitado. “Es momento de pensar que la seguridad alimentaria del país es un tema súper importante. Esta pandemia nos permite reflexionar que gracias a Dios tenemos los recursos, microclimas y una diversidad tan grande de la naturaleza para producir lo que necesitamos, pero que con la migración hacia las ciudades se pierde rentabilidad en el campo, se está dejando de lado y vamos a ser mucho más vulnerables. Debemos mirar hacia el campo con políticas más proactivas, generando un ambiente ideal para que los productores vivan bien, con calidad y sigan produciendo lo que el Perú necesita”.

Dato

Para conocer en detalle la estructura de la propuesta de Juan Manuel Benites, puede revisar el siguiente archivo PDF: PROGRAMA-REACTIVA-AGRO-PERU

 
Etiquetas: covid19
Más de: Política