(Agraria.pe) Las perspectivas de consumo de frutas y hortalizas frescas siguen bajo presión en la Unión Europea (UE). Estas son las conclusiones de las últimas tendencias de consumo analizadas en Freshfel Europe mediante un examen de las tendencias en los Estados miembros, que abarcan el 75% de la población de la UE. A pesar de ser un buen momento para el crecimiento del consumo, muchas barreras están afectando gravemente a la evolución hacia una dieta más sana y sostenible para los consumidores europeos.
Los últimos resultados del Freshfel Europe Consumption Monitor revelan que el consumo medio de frutas y hortalizas se situó en una media de 364g/habitante/día para 2021, una cifra que podría haber descendido alrededor de un 10% en 2022 una vez se conozcan los datos definitivos del año pasado. Este dato es especialmente preocupante, ya que se mantiene muy por debajo de la recomendación mínima de 400 g de la OMS. Estas cifras se ven impulsadas por el bajo nivel de consumo de los millennials y las generaciones más jóvenes, que son los consumidores del mañana.
En las difíciles condiciones económicas, el consumo entre la población con bajos ingresos también es especialmente preocupante. Informar y comprometer a los consumidores para que elijan dietas sanas, asequibles y sostenibles se identificó como una prioridad no solo para Freshfel Europe, sino también para la organización de retailers EuroCommerce y la organización de consumidores BEUC, que asistieron a la reunión para compartir sus perspectivas.
La crisis económica que afecta a todos los Estados miembros tras la guerra de Ucrania y el creciente proteccionismo en el mundo están afectando gravemente al poder adquisitivo de los consumidores y limitando su gasto en alimentación. En tiempos de crisis, estos consumidores tienden a inclinarse por una dieta menos sana, que se percibe como más satisfactoria desde el punto de vista energético y como una opción alimentaria más barata.
El director general de Freshfel Europe, Philippe Binard, subrayó: "Los consumidores tienen una percepción básica errónea sobre los precios de las frutas y hortalizas en los lineales de los supermercados. Las frutas y hortalizas son los productos más asequibles y tienen, además, indiscutibles ventajas para la salud y el medio ambiente. Tanto el precio como el valor de los productos frescos son muy atractivos en el surtido de alimentos". Añadió que en comparación con otras categorías de alimentos, las subidas de los precios de las frutas y hortalizas han sido inferiores a la inflación media.
“Una dieta con 5 raciones al día o la mitad del plato con frutas y hortalizas puede conseguirse por 1 o 2 euros por persona al día. Comparativamente, para el gasto público de la seguridad social, el coste de las dietas poco saludables resulta ser el doble del valor total del mercado alimentario, lo que corresponde a 6 billones de euros de gasto para la seguridad social en la UE, según el Foro Económico Mundial".
Es necesario que el sector acorte la distancia entre la concienciación sobre los beneficios de las frutas y hortalizas y las acciones concretas que deben emprender tanto las autoridades como los consumidores. Según una encuesta de Eurostat, solo el 12% de los consumidores de la UE alcanza sus 5 raciones diarias y, lo que es alarmante, el 33% no come frutas y hortalizas todos los días. Ahora es importante aprovechar el renovado interés de los consumidores durante la pandemia de COVID-19 para dedicar tiempo a preparar, cocinar y comer una amplia diversidad de frutas y hortalizas.
Se ha demostrado que las frutas y hortalizas son un segmento esencial del surtido alimentario y forman parte de la solución a los objetivos del Pacto Verde Europeo (contribución a la neutralidad de carbono y bajas emisiones de CO₂), la Estrategia "De la Granja a la Mesa" (avance hacia una dieta basada en plantas) y el Plan de la UE "Vencer el Cáncer" (papel preventivo de las frutas y hortalizas para las enfermedades no transmisibles).
Binard comentó: "Lamentablemente, los responsables políticos no son coherentes en la aplicación de estas estrategias y carecen de ambición en sus medidas, que deberían utilizar las frutas y hortalizas como motor esencial del éxito". Es crucial una política de promoción eficiente hacia la generación Y (millennials) y Z, así como programas de formación en las escuelas para la generación alfa. El sector también tiene un importante papel que desempeñar a la hora de acompañar a los consumidores para que conviertan su concienciación sobre los beneficios de las frutas y hortalizas para la salud en comportamientos alimentarios concretos. Además, una mejor comunicación con los consumidores sobre las expectativas relativas a las preocupaciones sociales, el precio y la percepción errónea de la imagen seguirá siendo clave, a la vez que se ofrecen sabores atractivos, diversidad y conveniencia. Se trata de una responsabilidad esencial del sector para competir con otras categorías de alimentos.
Las últimas tendencias de consumo indican que los niveles de consumo están en declive. El poder adquisitivo de los consumidores está bajo presión debido a la inflación y a las elevadas facturas energéticas de los hogares. Esto está modificando las pautas de compra, que se alejan de los productos de primera calidad y ecológicos y se orientan hacia la búsqueda de promociones y precios rebajados, así como hacia la reducción de las cantidades de compra.
"En este entorno cambiante es importante seguir creando valor para nuestros productos a pesar de que el precio se está convirtiendo en la única prioridad de los consumidores. Hay que recordar a los consumidores que las frutas y hortalizas son asequibles, y ponerlos en el foco junto a los otros alimentos como opción barata y sana. Los consumidores también tendrán que asumir su parte del aumento de los costes para los productores y otras partes interesadas en la cadena de suministro, para garantizar la rentabilidad y la supervivencia del sector esencial de frutas y hortalizas", subrayó Binard.
En 2021, el tamaño del mercado de frutas y hortalizas frescas ascendía a 75 millones de toneladas, de las cuales 11,6 millones de toneladas correspondían a Italia, 11 millones de toneladas a Alemania, 10 millones de toneladas a Francia, 9 millones de toneladas a España y 7,2 millones de toneladas a Polonia. Las frutas más consumidas en Europa son las manzanas, las bananas, las naranjas, las uvas de mesa y los melocotones/nectarinas, mientras que los arándanos son el segmento que experimenta el crecimiento más dinámico en muchos Estados miembros como Alemania y Polonia. En cuanto a las hortalizas, los tomates, las coles, las zanahorias, los pepinos y los pimientos son los productos más consumidos, respectivamente.
En su análisis de los últimos impulsores del consumo, los miembros de Freshfel Europe confirmaron que el precio está influyendo predominantemente en la decisión de los consumidores en los últimos meses en toda Europa y que los consumidores están comprando menos productos alimentarios. Binard aclaró además: "Esta tendencia está influyendo en la frecuencia y el lugar de compra, donde se está produciendo una concentración de la compra a principios de mes junto con una reducción de los ingredientes y artículos comprados. Las etiquetas premium y las ventas ecológicas son los segmentos que más están disminuyendo". Además, los miembros de la asociación también volvieron a confirmar que los consumidores siguen insistiendo en comprar productos locales y de temporada, y están deseosos de recibir información sobre el origen, la variedad, el método de producción, las prácticas sostenibles y, en su caso, consejos de preparación o consumo.
Los miembros de Freshfel Europe siguen convencidos de que el consumo de frutas y hortalizas se puede estimular en los próximos meses mediante la creación de asociaciones en toda la cadena de suministro con todas las partes, proporcionando productos de calidad y asequibles, y dando confianza a los retailers para aumentar la cuota de la categoría como parte esencial de una dieta sostenible y saludable para los consumidores europeos en 2023.
Fuente: freshplaza.es