Pese a un comprobado beneficio para la salud, mucha gente sigue mirando con temor a los transgénicos.
(Agraria.pe) Las autoridades sanitarias de Australia y Nueva Zelanda aprobaron, hace unos días, como apto para el consumo humano el arroz dorado, una variedad de arroz transgénico. Esta medida marca un hito en la historia de la biotecnología que busca encontrar solución a uno de los tantos problemas graves de salud que afectan al planeta.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la falta de vitamina A –producto de la malnutrición– afecta a unos 250 millones de niños, principalmente de países pobres de África y del sudeste asiático. Esta deficiencia es la principal causa de ceguera en estos niños (medio millón cada año), pero no solo eso. También aumenta su susceptibilidad a padecer enfermedades infecciosas y morir.
El arroz dorado empezó a desarrollarse hace unos veinte años para suplir esa carencia. Su color se debe al betacaroteno que acumula en sus granos. Teniendo en cuenta que el arroz es el alimento básico para el 25% de la población mundial, modificarlo genéticamente era una excelente opción.
Aunque hay otros productos naturales que contienen este compuesto como la leche, la zanahoria y la papaya. Sin embargo, para los países más afectados se trata de productos de lujo.
“Esta ha sido una medida comercial. Australia y Nueva Zelanda importan arroz de países donde se está probando y evaluando el arroz dorado, como Tailandia. Para evitar el rechazo de lotes de arroz convencional que contengan trazas o mezclas de arroz dorado, evaluaron la seguridad del producto para el consumo humano”, explicó el biólogo David Castro.
En el caso de África, que es donde más se necesita, hay un problema de leyes. “Muchos de esos países aún no tienen una legislación para transgénicos. Y esto se complica al recordar que son muy dependientes de Francia e Inglaterra. Pero algunos países como Uganda ya están aprobando marcos regulatorios”, detalla el español José Miguel Mulet, doctor en Bioquímica y Biología Molecular.
Pese a un comprobado beneficio para la salud, como es este caso, mucha gente sigue mirando con temor a los transgénicos. Para el español Mulet, esa mala fama se alimentó al generalizarse debido a las prácticas comerciales de empresas que los desarrollaban y comercializaban.
“La aprobación de este arroz, libre de patente y que no está relacionado con empresas como Monsanto, deja en evidencia la estrategia de los grupos ecologistas”, recalca.
Quienes están en contra de los transgénicos siguen pidiendo más evidencia sobre su inocuidad. “Es una preocupación válida, pero para el que se opone a la tecnología por desconocimiento, desinformación o ideología, ninguna evidencia será suficiente”, reflexiona el biólogo peruano Castro
Cómo se obtiene este producto
Los genes que dan arroz dorado tienen la capacidad de producir betacaroteno en su endosperma (en el interior del núcleo). Esa la producen del narciso y de una bacteria llamada ‘Erwinia uredovora”.
Estos genes, junto con los promotores (segmentos de ADN que activan genes), se insertan dentro de plásmidas (pequeños bucles de ADN) que se producen en una especie de bacteria conocida como ‘Agrobacterium tumefaciens’.
Estas agrobacterias se agregan luego a una placa de Petri que contiene embriones de arroz. A medida que infectan los embriones, también transfieren los genes que codifican las instrucciones para producir betacaroteno.
Las plantas de arroz transgénicas ahora deben cruzarse con variedades de arroz que se cultivan localmente y que se adaptan a las condiciones de crecimiento climático de una región en particular.
Dato
. La Ley 27104 regula el uso de transgénicos. Desde el 2011 se estableció una moratoria que prohíbe su siembra en el país.
Fuente: El Comercio