14 junio 2011 | 10:53 am Por: Redacción

"Ahorrar para crecer"

AGRICULTURA NATURAL, EL FUTURO ALIMENTICIO DEL MUNDO

AGRICULTURA NATURAL, EL FUTURO ALIMENTICIO DEL MUNDO

Según la FAO, para erradicar el hambre y cubrir la demanda prevista en 2050 de 9,2 millones de personas, es necesario que la producción de alimentos se incremente el 70% a nivel mundial y un 100% en los países en desarrollo

Por Raúl Yaipén Carranza

Lima, 14 Junio (Agraria.pe) Producir más alimentos para una creciente población mundial pero de forma sostenible para el medio ambiente, es el objetivo de la nueva iniciativa "Ahorrar para crecer" (Save and Grow, título original en ingles) publicado por la División de Producción y Protección Vegetal de la FAO, que informa de una intensificación sostenible de la producción agrícola, sesenta años después de la Revolución Verde (1960).

Esta iniciativa, está dirigida -principalmente- a los pequeños agricultores en los países en desarrollo. Ayudar a las familias campesinas de bajos en ingresos en el mundo (2,5 millones de personas, según la FAO), a ahorrar en los costes de producción y crear sistemas agroecológicos saludables que les permitirá maximizar los rendimientos y dedicar sus ahorros a salud y educación.

La FAO calcula que la tecnología de la revolución verde salvó a mil millones de personas del hambre y produjo alimentos más que suficientes para una población mundial que se duplicó, pasando de 3 a 6 mil millones, entre 1960 y 2000.

Retos de la FAO en el nuevo milenio

En ese sentido, el paradigma actual de producción agrícola intensiva no es capaz de responder a los desafíos del nuevo milenio. Para crecer, la agricultura tiene que aprender a ahorrar. Sostuvieron los especialistas de la organización internacional en Roma.

El enfoque de ahorrar para crecer deriva en parte de las técnicas de la agricultura de conservación (AC), que utilizan el arado y la labranza, preservando de este modo la estructura y buena salud del suelo. Los residuos de las plantas cubren los campos y se alterna el cultivo de cereales con el de legumbres que permiten enriquecer el suelo.

Agricultura de precisión

Otras técnicas desarrolladas por la FAO y sus socios en los últimos años, como parte de las herramientas de ahorrar para crecer, incluyen el riego de precisión, que permiten una mayor producción por cada gota de agua, y la "colocación precisa" de fertilizantes, que puede duplicar la cantidad de nutrientes absorbidos por las plantas.

El manejo integrado de plagas, con técnicas que evitan el desarrollo de plagas y minimizan la necesidad de pesticidas, es ya otro elemento clave de la iniciativa.

La División de Producción y Protección Vegetal de la FAO, sostuvo que estos métodos permiten que los cultivos se adapten al cambio climático y puedan no solamente producir más alimentos, sino también reducir la necesidad de agua de los cultivos en un 30% y los costes de la energía en hasta un 60%. En algunos casos, es posible incrementar los rendimientos hasta seis veces, según lo demostraron los ensayos con maíz realizados recientemente en África meridional.

Según un estudio, los rendimientos medios de las explotaciones que aplicaban este tipo de técnicas en 57 países de bajos ingresos, aumentaron en casi un 80%.

Enfoque medioambiental

Asimismo, el modelo “ahorrar para crecer” incorpora un enfoque ecosistémico que aprovecha la contribución de la naturaleza para los cultivos: materia orgánica del suelo, regulación del flujo del agua, polinización y depredadores naturales de las plagas. Se aplican insumos externos en el momento y en la cantidad adecuada, ni más ni menos de los que la planta necesita.

El enfoque se basa en las lecciones aprendidas de la revolución verde de la década de los sesentas, que se centró en aumentar la producción agrícola sin prestar demasiada atención al medio ambiente.

Biodiversidad Segura

Según la FAO, para erradicar el hambre y cubrir la demanda prevista en 2050 de 9,2 millones de personas, es necesario que la producción de alimentos se incremente el 70 % a nivel mundial y un 100% en los países en desarrollo.

La clave para afrontar este desafío se encuentra en la intensificación sostenible de la producción agrícola natural, es decir, ahorrar para cultivar. Pero ello implica un cambio desde un modelo homogéneo a sistemas agrícolas que realicen un uso intensivo del conocimiento y se adapten a lugares específicos, manteniendo el orden de la biodiversidad.

Apoyar a los campesinos

También será necesario dar un fuerte apoyo a los campesinos, de manera que aprendan las nuevas prácticas y tecnologías, al tiempo que también se necesita que los gobiernos refuercen los programas nacionales de mejoramiento genético de plantas para desarrollar nuevas variedades de semillas con capacidad de resistencia frente al cambio climático y utilicen los insumos externos de forma más eficaz, precisó la FAO.

“La clave es promover las inversiones en la agricultura. Los países desarrollados deberían incrementar el porcentaje dedicado a este sector, en la ayuda oficial al desarrollo. Por su parte, los propios países en desarrollo deberían destinar un porcentaje mayor de sus presupuestos nacionales al sector agrícola. Y sería necesario incrementar las inversiones privadas, tanto extranjeras como domésticas”, concluyó la organización internacional.