Una de las características distintivas de mi carrera es el aprendizaje vivencial. Esto se puede traducir en un viaje de estudio, en las evaluaciones por proyecto o por un evento académico. Desde hace siete años se organiza un evento que tiene por propósito poner en contacto a diferentes personalidades del sector con los estudiantes. Este año el simposio giro alrededor de la innovación en el sector agroalimentario.

Primero el economista Hugo Wiener del FONDECYT demostraba lo necesario que es el conjunto de estado, academia y empresa, para el desarrollo de la investigación y tecnología en lo agropecuario. El Perú tiene graves deficiencias en este asunto, las corporaciones privadas deberían involucrarse con el alumnado universitario para que en conjunto se pueda promover la investigación en el agro.

Luego el ingeniero Gustavo Díaz de la Pontificia Universidad Católica de Chile nos presentó los retos a los que se enfrentaba Chile, una buena economía  a tomar en cuenta, el cual se encuentra ante desafíos como: escases del agua, la  baja disponibilidad de mano de obra agricultora a edad temprana y la falta de confianza entre individuos. Realizo una comparación interesante entre el PBI y el ingreso que generaba la producción agropecuaria.

Señaló que si bien el PBI de Chile se mantenía constante, el crecimiento del sector agroalimentario se había estancado. En el vecino país el “boom” de la innovación propicio que las grandes empresas empezaran a patentar procesos. Asimismo, dejo muy lo claro lo importante que es el significado de tu “marca” y las estrategias para lograr que los clientes se identifiquen con ella, citando ejemplos como Casillero del Diablo.

A continuación, el ingeniero Vicente Zegarra del Programa Sierra Exportadora que nos comentó sobre la historia de los sistemas agroalimentarios haciendo hincapié en la gama más novedosa, los denominados ready-to-eat, alimentos ya preparados y que sólo necesitan una pre-cocción para ser consumidos. Aquí es donde la innovación puede jugar un rol importante.

Para finalizar, la ingeniera Lucia Garraza de la empresa Sociedad Agrícola Virú destaco la importancia de la demanda mundial de alimentos peruanos y los diversos valores agregados que la empresa ofertaba. Ellos apostaron por una nueva línea en base a quinua, en diferentes presentaciones, una ventaja comparativa por tratarse de un producto de alta demanda y gran valor nutricional.

Y por último, el simposio concluyo con un conversatorio entre los panelistas quienes dieron sus puntos de vista sobre el uso estratégico de la innovación. Personalmente estoy muy agradecido de haber participado en este evento, he aprendido a entender la innovación desde diferentes puntos de vista y me ha resultado muy útil para mi carrera profesional. Cada día me siento más comprometido con mis estudios, mi carrera y mi vocación.