Hernani Larrea Castro
Director Académico
Carrera de Administración y Agronegocios (UPC)
En Diciembre del 2013 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaro 2016 como “Año Internacional de las Legumbres” con la finalidad de apoyar la promoción de estos granos. Apuestan a que una mayor producción ayude a reducir el hambre. Por ello, es importante tener en cuenta que en América Latina se producen 15 especies y trece de ellas se producen en el Perú.
Las legumbres (garbanzos, frijoles, lentejas, arvejas y habas) destacan por su alto contenido en proteínas especialmente en aquellos países en que la ingesta proteica-calórica es baja. Poseen el doble o triple de las proteínas que la mayoría de los cereales y diferentes estudios demuestran que su consumo puede servir en enfermedades crónicas, incluyendo enfermedades cardiovasculares, diabetes, anemia y sobrepeso, así como la mejoría de la salud intestinal.
Además, las legumbres son un ejemplo de sostenibilidad, poseen bajas huella de carbono y huella hídrica. Son de corto período vegetativo, por lo que se pueden complementar o rotar con otros cultivos y permiten fijar el nitrógeno, por lo que disminuyen la adición de fertilizantes. Gracias a su capacidad nitrificante mejora la fertilidad del suelo y reduce la cantidad de pesticidas que necesitarían otras plantas.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el año 2013 la producción mundial fue de 73 millones de TM y el mayor productor fue India con 18 millones de TM. En el año 2011 el consumo per cápita fue igual a 7 Kg/año/persona lo que equivale a 18 g/persona/día. En los países emergentes el consumo es igual a 11 Kg/persona/año mientras que en la Unión Europea es igual a 3 Kg/persona/año.
De acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI) la producción de legumbres en nuestro país se ha duplicado de 145 mil TM en 1997 a 275 mil TM en el 2014, siendo 225 mil hectáreas cosechadas y 140 mil familias de agricultores las involucradas en el cultivo de legumbres. Además, el año pasado las exportaciones de leguminosas alcanzaron los US$ 61 millones con un volumen de 34,5 mil TM y teniendo como destino más de 45 mercados.
Por su parte, Sierra Exportadora indicó que el consumo per cápita de legumbres en nuestro país es de 2.5 kilos y que a fines del año 2016 se espera duplicar dicha cifra. Una oportunidad de negocio la constituyen los granos andinos como tarwi, pallar y ñuña, sería impulsada gracias a las legumbres. El frejol es la legumbre que más se produce, con 110 mil toneladas, seguido de las habas (81 mil), las arvejas (52 mil), las lentejas (3 mil) y los garbanzos (1,5 mil).
Finalmente, tengamos en cuenta que si el Fenómeno de El Niño afectará principalmente al sector agricultura y pesca, las legumbres serían una alternativa de cultivo, debido a que con la humedad remanente se podrían sembrar frijoles y pallares. En esta coyuntura debemos generar proyectos de innovación agroalimentaria a fin de garantizar a las poblaciones vulnerables contar con la seguridad alimentaria requerida. Es momento de aprovechar esta oportunidad.
