(Agraria.pe) En el inicio de la temporada de cosecha del cultivo de café, productores promovidos por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), tienen proyectado acopiar 1.431 toneladas de café durante el periodo 2023.
En este proceso participan 1.088 familias dedicadas a este cultivo en los distritos de Mazamari, Pangoa y Río Tambo, en el norte del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). Entre las principales variedades que resaltan se encuentran castilla, catuay, catimor, caturra, geysha, bourbón y typica.
El proceso productivo, cosecha selectiva, lavado, despulpado, fermentación y secado de los granos de café son trabajados cuidadosamente, a fin de obtener granos que superen los 84 puntos en taza, que son catalogados como cafés especiales o de altura.
Para garantizar estos procesos, el ente conductor de lucha contra las drogas, a través de la actividad café, entregó herramientas agrícolas, despulpadoras; además de la instalación de secadores solares.
Cabe señalar que, Desde el 2019, Devida logró instalar 1.436 hectáreas de café, que hoy se encuentran en la etapa de producción. Para este fin, los caficultores recibieron permanente asesoramiento técnico y la aplicación de insumos orgánicos que garantizan la adecuada producción.
Julián Villaysan Hinojosa, presidente de la Asociación de Productores Sumaq Café Ecológico de Pangoa, destaca la presencia del Estado a través de Devida, con lo cual se logró recuperar las parcelas afectadas por la roya amarrilla. “Estamos en plena cosecha y podemos ver los resultados, plantas cargadas de buenos granos, hemos vuelto a recuperar la moral como cafetaleros y nuevamente sentimos que esta actividad es rentable para nosotros”, expresó.
Devida atiende a 1.498 familias, que representan a 1.978 hectáreas de café, que reciben asistencia en el manejo agronómico del cultivo en el norte, centro y sur del Vraem, ubicadas en las regiones de Ayacucho, Cusco y Junín.
Capacitan a apicultores de la Selva Central
La diversificación productiva es una de las tareas de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). Por ello, especialistas capacitaron a apicultores de la zona en la tecnificación de la crianza de abejas y sus desafíos post covid-19.
A través de esta iniciativa se busca desarrollar las capacidades productivas y buenas prácticas apícolas que garanticen la producción y comercialización, a fin de contribuir en la reactivación de la economía de las familias dedicadas a esta actividad.
El evento destacó la importancia que tienen las abejas para la polinización de plantas y las condiciones ambientales que se generan con la proliferación de apiarios al interior de los sembríos de productos orgánicos, además de sus efectos de su consumo durante la pandemia.
Los socios de la Asociación de Apicultores Selva Central – Pangoa buscan la conformación de una mesa apícola provincial, a fin de darle un mayor impulso a esta iniciativa lícita en la zona.
En la cita, participaron productores de la mencionada organización, dedicadas a la producción de miel, polen, jalea real y derivados, en los distritos de Pangoa, Mazamari, Llaylla y Satipo.
José Ticllacuri García, presidente de la Asociación de Apicultores Selva Central Pangoa, manifestó la importancia de estar actualizados sobre el tema que busca garantizar la calidad de los productos e incrementar el trabajo apícola en la zona.
Devida, atiende a 140 familias dedicadas a la crianza de abejas, que representan a 10 distritos de las regiones de Ayacucho, Cusco y Junín.