(Agraria.pe) Para el balotaje definitivo del domingo, Perú Libre ha tomado una bandera que originalmente blandió Juntos por el Perú en la primera vuelta: asumir una Segunda Reforma Agraria.
Para Andrés Alencastre, especialista del tema en el partido del candidato Pedro Castillo, la Primera Reforma Agraria que llevó adelante el dictador Juan Velasco Alvarado, tuvo una función política muy importante, que fue la de “desmontar todo el poder de las haciendas para desarrollar un conjunto de otras formas de propiedad”.
Sin embargo, reconoce que el proceso quedó inconcluso, lo que espera retomar de llegar al poder. ¿De qué manera? Según explicó, se trata de un enfoque en la producción en términos territoriales con énfasis en la agroecología para el sustento en costa, sierra y selva. “Con tecnología y con los incentivos que tienen que darse para que se siga haciendo agricultura de montaña”.
A esto se sumaría una política de comunicaciones que busque redirigir la gastronomía, ya que, para Alencastre, esta actividad “abandona y ningunea la comida y diversidad de poductos locales por la importación y distribución de todo lo que es la comida que agrupadamente se llama ‘chatarra’”. Esta afirmación sin embargo obvia todo el movimiento de revaloración de platos nacionales que ha habido en los últimos años.
Es más, para el vocero de Perú Libre, el problema con el consumo de comida ‘chatarra’ es que “no contribuye más que al bolsillo de una forma de empresariado que ha crecido con este cambio de patrones de alimentación y de consumo”, con lo que no pondera la generación de empleo en dicho sector.
Esto es, en su concepción, el desarrollo rural agrario y participativo, un proceso al que denomina Segunda Reforma Agraria.
Dato
Andrés Alencastre dio estas declaraciones durante el seminario “Propuestas para el desarrollo rural y la seguridad alimentaria: Perú 2021-2026”, organizado por el Seminario Permanente de Investigación Agraria (Sepia).
