(Agraria.pe) El comercio ilegal de agroquímicos impacta el suministro de los productos desarrollados por medio de tecnología para combatir plagas que afectan los cultivos y consecuentemente la producción de alimentos.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), estima que el 14% del mercado total de plaguicidas proviene del mercado ilícito a nivel global, contabilizando alrededor de más de US$ 6 billones. Esa cifra puede llegar a 25% en América Latina, según estudios nacionales realizados por asociaciones de Crop Life Latin America para Brasil, México y Bolivia. Sólo en Brasil se incautaron 423 toneladas de producto ilegal en 2022, en comparación con 235 toneladas durante el año previo, muestra del incremento del problema.
Si bien es cierto la globalización y libre comercio han catalizado el bienestar y crecimiento económico, también han permitido que el crimen organizado aproveche esa bonanza. Esto, no sólo afecta a la industria de innovación que opera en la legalidad como tal, sino a la sociedad en general.
La afectación es a la cultura de la legalidad, el Estado de Derecho, desarrollo económico, redistribución de riqueza y recaudación fiscal, sin dejar de lado los riesgos a la salud y ambiente en el caso de agroquímicos. Así también se perjudica el avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible trazados por las Naciones Unidas.
La tendencia al aumento del mercado ilegal de agroquímicos se aprovecha del desconocimiento por parte de los Estados y autoridades sobre este tipo de delito y sus posibles manifestaciones. De ahí la necesidad de cooperación público-privada con autoridades relacionadas a la seguridad, pero también la salud y el ambiente, con el fin de contrarrestar las dinámicas cambiantes del accionar criminal. Una adecuada fiscalización preventiva y promover marcos jurídicos acordes con la afectación que generan los agroquímicos ilegales son clave.
Las redes criminales ya de por sí innovan constantemente sus modos de operar, pero la pandemia legó un importante aumento en la oferta digital de productos ilegales, incluyendo las redes sociales.
CropLife Latin America realiza un entrenamiento en línea sobre este tema que permite conocer las diferentes modalidades en el comercio de agroquímicos ilegales que incluyen productos no autorizados, falsos, adulterados, reenvasados y/o re-etiquetados, y robados.