(Agraria.pe) Por David Gonzáles, coordinador de la Cámara Peruana del Café y Cacao
El consumo de café en el Perú pasa por un buen momento, pese al aumento de los precios que tuvo el año 2022 y la inestabilidad que ha tenido el país, los peruanos siguen incrementando su consumo. Hay una tendencia a valorar más esta bebida y asociar sus beneficios con un estilo de vida saludable, convirtiéndose en la indulgencia para jóvenes y mayores que ven al café como un complemento de nuevas ocasiones, esto abre puertas y oportunidades que nos obligan a ser coherentes de lo que ofrece la bebida.
El café es básicamente un hábito para el consumidor peruano, es la bebida que te despierta y te engancha con tus compromisos diarios, en esto incide que la mayoría de los consumidores tome una taza de café al comenzar el día o el trabajo. Para Arellano, este grupo habituado al café son los consumidores medios y pesados de café, que toman dos o más tazas al día, aquí hay dos tipos de consumidor.
Primero, los consumidores funcionales. Son aquellos que acompañan las acciones de su día a día con el café, básicamente con ejercicios y estudios, es el grupo joven que está comenzando con el consumo y busca nuevas experiencias que incluyen preparaciones; para ellos, el café activa su productividad. Segundo, consumidores tradicionales, que habituados a la bebida ya tienen rutinas y preferencias establecidas, son los consumidores mayores, con menor innovación pero mayor fidelidad a marcas y preparaciones de café, tienen su café de “toda la vida” el cual difícilmente cambiarán. Estos dos grupos son consumidores habituales y toman café fuera del hogar de manera complementaria: hasta un 35% va a cafeterías.
Los consumidores habituados al café no son siempre la mayoría. En el Perú un importante grupo de personas no toman café porque lo asocian con problemas de salud o han tenido mala experiencia en el pasado, y otro grupo importante son los consumidores light de café que lo toman ocasionalmente en reuniones familiares o de trabajo cuando la bebida es presentada. Es importante señalar que el Perú es uno de los países donde el consumo de hierbas en bebidas calientes es importante, destacando que los tés, hoja de coca, manzanilla y demás están presentes en más del 50% de los hogares peruanos.
En este contexto, se está tejiendo una identidad del país como productor y consumidor de café. Desde la Cámara Peruana de Café y Cacao vemos cómo las principales ciudades de costa y las zonas productoras vienen desarrollando una importante oferta de cafés, cada vez más diferenciados y propiciando nuevas ocasiones de consumo. donde podemos destacar dos aspectos fundamentales: (i) la demanda de información, preguntas como ¿Qué tipo de café estoy tomando?, ¿Cuál puedo tomar? ¿Cuál es el mejor café del Perú?; van de la mano con (ii) la preparación: que método puedo usar, con que café, con que molienda, que cápsulas de café hay en el Perú, etc. Son preguntas habituales para los nuevos consumidores.
Es aquí donde el rol de la cafetería y demás actores de la cadena es fundamental para ayudar a los consumidores a lograr buenas experiencias. Y es que más allá de vender mi producto o propuesta, se debe respetar y ser coherentes con las preferencias con las que viene el consumidor, con las tradiciones que puede tener su café favorito: tipo y método de preparación. Las nuevas propuestas irán ganando espacio en la medida que el mercado total crezca, no necesariamente reemplazarán las bebidas tradicionales, es por ello que los mensajes deben ser siempre en positivo, cuando se habla mal de un café se afecta a toda la categoría, el momento actual se debe en gran parte a los cafés que han abierto puerta de hogares y han dado experiencias y evocación a consumidores que hoy buscan nuevas alternativas.