(Agraria.pe) El 12 de mayo, la Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno de El Niño (Enfen) señaló que en la región del Pacífico Central hay una mayor probabilidad de que se desarrolle este evento natural -también conocido como Niño global- a partir de junio.
“Se estima que las condiciones cálidas alcanzarían una magnitud débil hasta septiembre, seguida de una magnitud moderada hasta octubre”, indicó el grupo de trabajo en su comunicado. Asimismo, la comisión espera que el Niño costero continúe hasta inicios de la primavera con una magnitud fuerte a moderada y con máximas anomalías de temperatura a nivel marítimo durante otoño.
En este contexto, donde el norte del país afronta un Niño costero y en el que se espera un Niño global, el sector agroexportador viene preparándose para mitigar los efectos de este fenómeno natural.
Otro aspecto es el abastecimiento suficiente de insumos de manera preventiva, frente a posibles cierres de carretera que afecten la adquisición o llegada de estos productos.
El presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), Gabriel Amaro señaló que las empresas tienen que construir drenajes para que no se malogren las plantas ante fuertes lluvias.
“Tienes que prepararte para también enfrentar cualquier indicio de plaga que pueda darse a consecuencia del cambio de clima. Proteger los cultivos e instalaciones y a los trabajadores, por ejemplo, en construcción y en el reforzamiento de canales, descolmatación de pozos de los canales, en el mantenimiento de los equipos de riego, y ponerle los cuidados para que sufran menos durante esos cambios de cantidad de agua o con demasiada agua”, expresó.
Para prevenir los accidentes que puedan sufrir el personal de las empresas, explicó, se deben revisar las instalaciones en los campos y de las áreas de trabajo del personal. “De las 20 empresas que generan más empleo en Perú [en el 2022], 11 son empresas agrícolas”, añadió.
Por su parte, Fabián Hidalgo, gerente general de Agromar Industrial, agroexportadora que cuenta con plantas en Piura y que se dedican a la producción de limón, mango y maracuyá, indicó que el Niño costero ha generado daños en la infraestructura agrícola, aunque no ocasionó el corte de sus operaciones.
“La parte humana y la parte material sí sufre bastante [los efectos del Niño]. Como compañía, tenemos maquinaria pesada que está trabajando actualmente con nuestros campos para protegerlos, construir defensas con garrillo, y mejorar la capacidad de los reservorios y la capacidad de evacuación de agua”, sostuvo.
Los cultivos frutales pueden resistir este evento climatológico, salvo desbordes de ríos o rupturas de canales, explicó. Esto se debe a que son árboles o plantas instaladas. Mientras que los cultivos temporales sí se pueden ver más afectados, al terminar cubiertos por el agua.
Añadió que la empresa ya tiene experiencia con este tipo de fenómenos en décadas anteriores. Además, explicó que no suele haber la costumbre de las personas de prepararse para la llegada de este evento climático, pero que con el Niño costero ya se está tomando conciencia de ello.
“Como ya hubo un Niño costero que nos ha avisado, yo creo que todos se están tomando cuenta para evitar que este fenómeno cause mayores daños, inclusive si viene con más intensidad el próximo verano”, acotó.
Si bien esta situación climatológica puede generar efectos negativos, Hidalgo también sostuvo que a largo plazo se puede ver beneficiada la costa peruana, por la reposición de lluvias en zonas que son secas.
Estado
Desde el lado del Estado, Gabriel Amaro sostuvo que las autoridades respectivas deben actuar de manera reactiva y no esperar a tomar acciones después de que sucedió el Niño. Es así que expresó que el sector público debe contar con maquinarias en las zonas críticas.
Así también, tienen que haber coordinaciones entre Defensa Civil, el sector privado, los gobiernos regionales y locales para prepararse frente a cualquier tipo de evento, para la limpieza de caminos, puertos y aeropuertos, así como tener un sistema de atención de salud adecuado.
Apuntó a que hay aspectos que son labores del Estado, pero que vienen realizando las empresas ante la demora del sector público. Estos son, por ejemplo, el reforzamiento de diques y canales con maquinaria, así como la revisión de planes de ayuda a poblaciones afectadas, como contribuir con la construcción de caminos, la provisión de agua o también de calaminas.
“El Niño costero de 2017 nos dio una gran lección y se han hecho diversas acciones [para mejorar], pero se han hecho mal. Esto [el Niño global] está ad portas, no se sabe la magnitud todavía, puede ser muy grave, pero el Estado ya debería estar trabajando a nivel regional estos planes, de manera concreta y en conjunto con el sector privado. Todos los sectores económicos del sector privado deberían estar en estos espacios de trabajo conjunto para poder enfrentar un desastre de esta magnitud”, indicó.
En esa línea, Hidalgo apuntó a que las autoridades deben realizar inversiones adecuadas -y sin corrupción, añadió- para proteger las vías de comunicación y zonas que presentan riesgos de inundación, esto con el fin de mitigar los impactos que pueda generar el Niño.
Fuente: El Comercio
