En cuanto a la cosecha, en los primeros nueve meses del 2022 alcanzó las 101.911 toneladas, un 10.3% menos respecto de 2021 (113.661 toneladas), pero un 48.9% más que en 2015 (68.461 toneladas). Esta caída se explicaría, en parte, por factores climatológicos.
A nivel departamental, Puno fue el que registró la mayor cosecha en el periodo analizado de 2022 (32.434 toneladas), participando con el 31.8% de la producción nacional. Luego se encuentran Tumbes (30.306 toneladas; 29.7% del total) y Piura (18.341 toneladas; 18% del total).
El gremio de comercio internacional señaló que a nivel de producto, la trucha con el 43%, el langostino con el 34% y la concha de abanico con el 19%, vienen siendo los que registran mayor cantidad de cosecha.
Con relación a la venta interna, en el periodo enero-septiembre de 2022, se registró un total de 41.599 toneladas (-19.3% respecto de 2021). De esta cantidad, el mayor porcentaje corresponde a la venta de trucha con 36.835 toneladas (representa el 89% del total), tilapia 4%, paco 3%, otros 5%.
Exportaciones acuícolas
ComexPerú indicó -con cifras de la Sunat- que las exportaciones de los principales productos acuícolas para el periodo enero-noviembre de 2022, sumaron US$ 402.8 millones (+9.3% respecto a 2021) y 48.527 toneladas. Del monto total, el 64.8% corresponde a los langostinos (US$ 261 millones; +18.3%); el 24.2% a las conchas de abanico (US$ 98 millones; -8.9%); el 11% a la trucha (US$ 44 millones; +8%); y tan solo un 0.01% al paiche. Así pues, la exportación de langostinos explicaría principalmente el aumento de las exportaciones totales.
En cuanto a los principales destinos en los primeros once meses del 2022, Estados Unidos es el principal mercado, con un US$ 87 millones, registrando una contracción de -30.3%, respecto a igual periodo de 2021 (participó con el 21.6% del total); China US$ 72 millones, registró un aumento de +23.4% (17.9% del total); España US$ 70 millones, mostró un alza de +48.7% (17.4% del total); Corea del Sur (13.7% del total); Japón (6.6% del total); otros (22.7% del total).
En cuanto al origen de las exportaciones, Piura es la región líder tanto en monto como en volumen exportado con 18.267 toneladas (-1.6%) por US$ 189 millones (+6.78%), mostrando una participación del 47% del valor total; seguidamente se encuentra Tumbes con US$ 139 millones (+10.3%), concentrando el 34.5% del valor total. Por su parte, Áncash triplicó su monto exportado (pasó de US$ 8 millones a US$ 27 millones) y duplicó su volumen (+131.2%), representando el 6.8% del valor total; Lima se mantuvo igual con US$ 22 millones, concentrando el 5.3% del valor total; Junín pasó de US$ 7 millones a US$ 8 millones, participando con el 2%; otros significaron el 4.3% del valor total.
Retos del sector
ComexPerú señaló que una de las limitaciones del sector era la obtención del certificado sanitario. En el Perú, la emisión de este documento tardaba 45 días calendario, mientras que en Chile y Ecuador tomaba solo 5 y 3 días, respectivamente. Ante esto, el Organismo Nacional de Sanidad Pesquera (Sanipes) implementó un nuevo modelo de fiscalización, de tal manera que el nuevo periodo de emisión sería, en promedio, de 2 a 5 días. Esto permitiría que las empresas reduzcan sus costos de almacén, además de que podrían competir en la venta de productos frescos.
Asimismo, dijo que, si bien el Perú produce una gran cantidad de langostinos, esta podría ser mucho mayor. Y para ello se debe incentivar su cultivo tanto en Tumbes como en Piura, ya que, en comparación con Ecuador, que lo cultiva a lo largo de toda su costa, el Perú solo lo hace en una franja de 100 kilómetros. Asimismo, cabe mencionar la escasez de infraestructura eléctrica en Tumbes, ya que se requiere una gran cantidad de energía para oxigenar y renovar el agua de las pozas de cultivo.
En el caso de las conchas de abanico, el gremio señaló que se encuentra pendiente la infraestructura de saneamiento en el distrito de Parachique (Piura), para evitar la contaminación de su producción. Finalmente, en cuanto a las truchas, se deben establecer políticas que faciliten el financiamiento para los pequeños productores; además, se les debe brindar soporte productivo y la implementación tecnológica necesaria para hacerlos más competitivos.