(Agraria.pe) El productor del café Tunki, de Puno, ganador de la 5ta Expo Café que se realizó en octubre pasado, con una calificación de 88.97 puntos en taza; Raúl Mamani Mamani, socio de la Cooperativa San Jorge y de la Central de Cooperativas del Valle de Sandia (Cecovasa), afirmó para Agraria.pe que la única manera de mejorar la calidad de sus cultivos y la situación de los caficultores es promoviendo la asociación y recibiendo asistencia técnica para un buen manejo agrícola.
“Nosotros somos pequeños productores, producimos entre 15 a 20 quintales por hectárea, y encontramos en la asociatividad, una forma de organizarnos y mejorar nuestra producción. Somos mil socios en la Cooperativa San Jorge y a nivel de Cecovasa cerca de 5 mil 600. Nuestro café está destinado a mercados como el de Japón, Alemania y Estados Unidos”, manifestó.
Detalló que la calidad de su producto está basada en el adecuado manejo del cultivo. “Hacemos una cosecha colectiva a mano, despulpamos también a mano y luego lo metemos en un cajón para que fermente. Dependiendo de la variedad, puede fermentar entre 18 horas (caturra) a 20 horas (geisha)”. Resaltamos la labor de nuestra cooperativa, porque tiene alrededor de 30 técnicos que nos capacitan y nos dan charlas”.
Raydol Rodríguez Pascual, presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa Agraria Divisoria Limitada, productor del reconocido Q’ulto Café, de Huánuco; coincidió en que solo organizados pueden sacar adelante el agro y las familias vinculadas a esta actividad. “Si no estamos asociados es difícil el desarrollo. Para mejorar nuestra calidad de vida tenemos que seguir asociándonos, organizándonos, es lo que tenemos que hacer como agricultores”, refirió.
Precisó que los logros obtenidos, así como la alta calidad del café, han sido gracias al esfuerzo y perseverancia de todos los socios. “Nos formamos el 20 de febrero del 2001 y empezamos con 109 agricultores, han pasado 14 años y ahora somos 1,200 familias huanuqueñas que cultivamos café y cacao, decidiendo por cultivos alternativos”.
Comentó además que han abierto una cafetería en Huánuco para todo aquel que desee degustar de un buen café. “Es un nuevo emprendimiento para nosotros, pero lo más importante es que en esta cafetería estamos dando empleo a los hijos de los socios. Nosotros recibimos apoyo por parte de una cooperativa canadiense, sin embargo, en muchas otras gestiones las hacemos con nuestro propios recursos, porque el Estado está casi ausente”, apuntó.
En ese sentido, indicó que muchos agricultores en su zona han abandonado sus cultivos de café, luego del momento crítico con la roya, en el que –según dice- la acción del Gobierno fue tardía, y cuyo apoyo económico, a través de las financieras, cobran una tasa de interés altísima, y han retornado a la siembra de hoja de coca, lo cual es preocupante.
“Es una pena que el Estado no se involucre con este cultivo u otros productos agrícolas, ni con nuestros emprendimientos. Pese a eso, seguimos trabajando, no nos sentimos desanimados, porque en nuestro caso el café y el cacao son las alternativas que tenemos en estas zonas. Nuestras zonas de producción son Huánuco, San Martín y Ucayali. Cultivamos las variedades caturra, típica y bourbon, que pasan por un control estricto de calidad. Al año producimos 800 toneladas de café y 800 toneladas de cacao. El 30% de nuestra producción de café está destinado a Canadá, otro 30% a Estados Unidos y el resto a Europa, en particular, a Alemania; menos del 5% se queda en el país. Mientras que el cacao, casi el 100% va a Suiza”, añadió.
En tanto, Joel Nieto Morales de la Asociación Gallito de las Rocas del centro poblado Shipaco del distrito de Monzón, en la región Huánuco, señaló que su objetivo es abrir nuevos mercados nacionales e internacionales, debido a que su producción de café orgánico está dirigida principalmente a empresas en Tingo María y buscan expandirse.
“Nosotros somos cerca de 65 socios y tenemos un promedio 12 hectáreas, sacamos 20 quintales por hectárea aproximadamente, pero estamos mejorando el manejo técnico a través de capacitaciones para seguir creciendo. Recién hace tres años empezamos con el café, porque en Monzón el principal cultivo era el de la hoja de coca, pero la gente está cambiando, está entendiendo que hay otras opciones”, anotó.
La Asociación Gallito de las Rocas trabaja con la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida Sin Drogas (Devida), la que realiza capacitaciones permanentes en esta zona, en conjunto con el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri). Las variedades que cultiva son la típica, caturra y catimore. También hace manejo de la agroforestación, sembrando el pino tecunumani y el cedro, que proveen al café de la sombra necesaria.
“La agroforestación nos está ayudando no solo a darle la sombra que necesita el café, sino que lo estamos viendo como una inversión a largo plazo”, afirmó Nieto.
Dato
. El productor del café Tunki, Raúl Mamani Mamani, obtuvo el galardón de la Expo Café hace dos años y ha sido también premiado en competencias internacionales.