Estado tiene que establecer un marco de políticas y lineamientos para permitir que el agricultor genere nuevos conocimientos, tenga acceso a la tecnología y pueda mejorar su producción.
(Agraria.pe) El coordinador del Proyecto Cadenas Agroalimentarias Gastronómicas Inclusivas de la Sociedad Peruana de Gastronomía (APEGA), Luis Ginocchio Balcázar, afirmó que los agricultores deben organizarse para promover y defender sus intereses y proteger la rentabilidad de sus producciones, mientras que el Estado tiene que establecer un marco de políticas y lineamientos para permitir que el agricultor genere nuevos conocimientos, tenga acceso a la tecnología y pueda mejorar su producción.
“El Estado debería armar este marco de políticas públicas para incentivar y estimular la asociatividad, para que los empresarios exportadores de los productos agrícolas compren las cosechas de los agricultores, y también enseñarles a utilizar las nuevas tecnologías. El diseño de las políticas públicas relacionadas a este gran sector tiene que estar enfocado en el bienestar de todos los involucrados, lo que implica además que la población tendría alimentos sanos y la gastronomía peruana seguiría avanzando”, expresó para Agraria.pe.
En ese sentido, indicó que son necesarios dos importantes marcos legales normativos: un marco legal de la promoción de las cadenas productivas como tales, en el que en lugar de referirse netamente a los negocios, se hable de las metas comunes a superar. Y otro marco, conocido como alianzas productivas, en las que sí se hable de negocio, es decir, el valor monetario por la fruta cultivada, en función a la calidad y el servicio brindado.
“Estos dos marcos normativos mediante los cuales el Estado promovería el desarrollo de la agricultura se logra a través de estas cadenas de producción, que no son más que espacios donde los diferentes actores acuerdan las prioridades de trabajo para superar las dificultades que les impide progresar. Es un espacio de consenso”, detalló.
El exministro de Agricultura explicó que una cadena productiva puede ser vista como un modelo de desarrollo o como una forma de gobernanza, donde, los actores –en este caso- de las cadenas agroalimentarias gastronómicas, en el que están metidas el agricultor, la industria que procesa los productos del campo, la parte gastronómica, que es la encargada de preparar esos alimentos, los proveedores de servicios, restaurantes, entre otros; busquen organizarse para superar sus limitaciones y, por supuesto, que todos ganen según lo que han invertido.
Sin embargo –señaló- que el sistema de las cadenas productivas en Perú no está funcionando como debería y hay muchas falencias que deben ser identificadas y corregidas para que este sistema de promoción de los encadenamientos (para la gobernanza de los sistemas productivos) funcione. “Por ejemplo, falta un rol en el que las empresas agroindustriales se animen a sentarse con los agricultores para dialogar sobre qué hace falta mejorar y cómo pueden trabajar en conjunto”, anotó.
Se produce más de lo que se demanda
Ginocchio refirió que en la mayoría de los cultivos que se siembran en el país ocurre un fenómeno donde la producción es mucho mayor que la demanda. “Al haber mucha producción, los precios bajan, a esto se suma el rezago tremendo que existe en el sistema de distribución de alimentos (faltan más mercados, centros de acopio, mecanismos eficientes de postcosecha, asesoría, conocimientos para que el agricultor sepa como envasar) y todo eso se requiere recursos, financiamiento. Vuelvo a recalcar que hace falta la unión de todos los actores y que los agricultores deben organizarse, asociarse, con una visión común de desarrollo, para que adquieran mayores conocimientos, mejor tecnología, pero también se necesita de financiamiento y una visión de negocio por parte de los agricultores”.
Manifestó su preocupación por la carencia de jóvenes en los campos y rescató la labor de estos productores. “Tenemos agricultores, cuyas edades promedio son cada vez mayores, por eso necesitamos animar a los jóvenes a que se interesen por el campo, que vean nuevamente que el campo es un sitio en que el que se puede ser próspero, donde se puede mejorar como persona y sentir que su labor como agricultor es importante y para la sociedad y es valorada. Cuando compremos nuestros alimentos tenemos que recordar que esa gente se ha sacrificado y ha trabajado arduamente por nosotros; ese rol tenemos que destacarlo”.
Finalmente, destacó que el boom de la gastronomía peruana está diciendo cuidemos a nuestros agricultores, porque si se nos acaban los alimentos no habrá más gastronomía; también nos dice que cuidemos nuestra biodiversidad, tenemos que evitar que vengan los transgénicos y las contaminen, y cuidar nuestro medio ambiente, porque si seguimos mal usando el agua, si continuamos utilizando insecticidas y agroquímicos que no son los autorizados comprometemos el medio ambiente y matamos a las especies”.