En el 2008 el Ministerio de Agricultura lanzó la campaña “Papea Perú” cuyo objetivo fue el de incrementar el consumo de este tubérculo milenario en el país y mejorar la calidad alimenticia del poblador peruano dentro del marco de las políticas de seguridad alimentaria en el país. Durante ese año también se revalorizó las papas nativas, se premiaron a los productores que por generaciones asumieron el mantenimiento del germoplasma in situ. Luego empezamos a ver chips de papas nativas o papa amarilla, cuyas presentaciones comerciales son exportadas.
De esa fecha hasta este año se ha incrementado el consumo per cápita pero lo interesante al analizar las estadísticas es que tanto el rendimiento nacional así como la producción nacional también se han incrementado y el impacto en los productores nacionales ha generado buenos ingresos. Otro impacto es la formación de cadenas productivas que aseguran los precios en chacra a los productores. Esto ilustra el gran rol del Estado en la promoción del consumo de determinados productos; puede haber iniciativas a través de los gremios u otras instituciones pero el impacto que logra cuando pasa a ser una política de Estado es increíble. Es así que, por ejemplo, en China se ha determinado la decisión del Estado de fomentar el cultivo de papa en reemplazo del arroz, debido a las ventajas comparativas en nutrición del tubérculo versus el cereal; que no nos extrañe que en los próximos años tengamos a China como uno de los países cuyo rendimiento y producción supere a las cifras actuales.
Este año el MINAGRI nuevamente ha lanzado la campaña y establecido la semana nacional de frutas y verduras cuyo eslogan es “comiendo frutas y verduras la vida perdura” y cuyo objetivo es el de incrementar el consumo a 400 g/día/persona en el país. Cuán importante es el rol del Estado. Recuerdo mucho cuando se iba incrementando la agroexportación en el país durante la década de los 90, uno de los productos con los cuales se empezó la exportación fueron las hortalizas como espárrago, alcachofa, Capsicum; pero a la par se analizaba la producción nacional de hortalizas; las estadísticas de consumo per cápita nacional eran muy bajas, por más que las empresas involucradas en los procesos de producción hicieron su esfuerzo para fomentar el incremento del consumo, no ha sido muy contundente.
A nivel de agroexportación las frutas tienen mayor demanda, paltas, mandarinas, uvas y ahora el boom de arándanos, demuestran que el valor nutritivo que posee el consumo de frutas en la dieta diaria reduce la incidencia de enfermedades crónicas no transmisibles así como la reducción de carencias nutricionales, según lo establecido por la OMS. Esperemos que dentro de unos 5 años el consumo per cápita sea superior al actual, y tanto los rendimientos como la producción nacional también se hayan incrementado.