Docente del departamento Académico de Fitopatología de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional Agraria la Molina. Decana de la Facultad de Agronomía
10 enero 2017 |
09:50 am
Por: Ing Liliana Aragón Caballero
La ignorancia es atrevida
Todos recordarán a Miss Panamá 2009 Giouse Cozzarelli, quien respondió que Confucio “fue uno de los que inventaron la confusión”. Increíble respuesta y muy atrevida por cierto. Otros comentarios que también pueden ilustrar el título de esta nota están relacionados a lo mencionado sobre la prueba PISA (Program for International Student Assessment) en la interpelación del ministro Saavedra. También, insólitas aseveraciones sobre una prueba.
Quienes fuimos alumnos del Dr. Sven Villagarcía en el curso de Fertilidad del suelo, recordarán las magníficas clases cuyas disertaciones hacían uso de la pizarra de extremo a extremo, allí él vertía toda su experiencia de años. Y tenía una frase muy particular: “Los títulos no acortan las orejas”. Sabias palabras, que posiblemente las acuñó luego de tantos años de trayectoria en el campo académico y profesional.
Otro gran maestro y también con frases célebres fue el Dr. Klaus Raven, padre: “La letra suena según la música que le ponga”, decía. Y también otra frase que corresponde al título de esta nota: “La ignorancia es atrevida”. No tuve el honor de ser alumna del Dr. Raven en el curso de Entomología Agrícola, pero pude conocerlo y aprender de él cuando el departamento académico de Fitopatología fue anexado al de Entomología por razones del reglamento.
Cuán sabia es esta frase, aunque la palabra ignorancia no debe ser considerada como ofensiva, sino como una condición que genera un impacto, principalmente negativo. El término “ignorancia” no se refiere a un aspecto personal, que en el entorno latino suena ofensivo, sino que busca darle un enfoque objetivo; es decir la persona ignora ciertos temas y esta ignorancia genera impactos que pueden llegar a ser nefastos y destructivos. El mal informar o el impedir que la educación sea óptima, de calidad y masiva permite que una nación sea fácil de ser engañada. Este comentario por lo tanto nos hace meditar respecto a la responsabilidad de informarse, de conocer sobre temas específicos antes de emitir alguna opinión o tomar alguna decisión, a fin de no quedar como Miss Panamá. Pero si analizamos los impactos, en algunos casos, solo podemos caer en ridículo y pasamos a ser víctimas de una muerte moral; pero lo peor es si el efecto generará un impacto de mayor envergadura de índole económico, imagen institucional, “cierre de puertas” de grupos de interés, etc.