COLUMNA DE:
Ing. Alfonso Felipe Velásquez

Ing. Alfonso Felipe Velásquez

18 junio 2021 | 09:33 am Por: Ing. Alfonso Felipe Velásquez

Toda nuestra producción agrícola se vende, lo que nos indica que falta más oferta

Estado debe involucrar a la agricultura familiar en la agroexportación

Estado debe involucrar a la agricultura familiar en la agroexportación

El éxito de la agroexportación peruana solo se ha desarrollado en el 5% de las tierras disponibles (200 mil hectáreas); sin embargo, hay más de 4 millones de hectáreas todavía por conquistar, y es ahí donde el fomento de la asociatividad, el fortalecimiento de las cooperativas y los grupos de productores organizados permitirá a los pequeños agricultores desarrollar cultivos que demanda el mercado.

(Agraria.pe) La producción agrícola y agroindustrial de Perú ha logrado un importante posicionamiento a nivel global, convirtiéndonos en un referente por nuestros productos (arándanos, uvas, paltas, mandarinas, espárragos, mango, páprika, jengibre, café, cacao, entre otros). Toda nuestra producción agrícola se vende, lo que nos indica que falta más oferta, tanto en volumen como de variedad, por lo que es necesario diversificar nuestra canasta agroexportadora.

Para ello, es necesario articular debidamente a los productores u organizaciones de productores con las empresas agroexportadoras, o mejor aún asociar a pequeños agricultores y puedan exportar de manera directa. Sin embargo, esto último no es fácil y se requiere de apoyo del sector público y privado para lograrlo. Son cuatro los elementos de éxito de la agroindustria exportadora peruana: capacidad organizativa, manejo de recursos (agua, tierra), tecnología y mercado (interno y externo).

El Estado debe trabajar de forma orgánica y aliada, sistematizando las operaciones de todas las entidades públicas de tal manera que los recursos que tienen los diferentes ministerios involucrados en el tema productivo unan sus presupuestos y se utilice su capacidad de gestión. Además, enseñarles a los pequeños productores a manejar adecuadamente los recursos. Luego, invitar a los privados para que aporten los manejos técnicos (asistencia técnica) y las condiciones técnicas que requiere determinado mercado.

Asimismo, se debe trabajar programas de incentivo al consumo interno, como en su momento hizo Sierra y Selva Exportadora con la campaña “Cafetea Perú”, dentro del programa Cómprale al Perú, para que el agricultor obtenga mejores precios. Se tiene que trabajar el cariño a nuestros productos, motivar en la mente y corazón de los peruanos que se consuma los productos nacionales.

Debemos recordar que el éxito de la agroexportación peruana  solo se ha desarrollado en el 5% de las tierras disponibles (200 mil hectáreas); sin embargo hay cerca de 4 millones de hectáreas todavía por conquistar, y es ahí donde el fomento de la asociatividad, el fortalecimiento de las cooperativas y los grupos de productores organizados permitirá que la pequeña agricultura (Agricultura Familiar) se involucre en la agroexportación y goce de los incentivos que tiene el sector, de esta forma mejorará  sus ingresos fruto de su producción debidamente organizada, produciendo lo que el mercado demanda.

Promover inversión

La Ley de Promoción Agraria (Ley N° 27360), que fue derogada en diciembre del 2020, fue una ley promotora que permitió las inversiones en el campo y por lo que hoy somos reconocidos como grandes exportadores. Su derogatoria desanima las nuevas inversiones ya que si no hay incentivos los empresarios no van a invertir en el país.

Algunas empresas peruanas están analizando adquirir tierras de cultivos en otros países, algunas incluso ya lo hicieron, cuando acá todavía hay muchas tierras por desarrollar, por eso debemos mantener los incentivos y de esa manera evitar la salida de los capitales.

Tenemos que crear un paquete de incentivos, tanto para el sector agroindustrial, pesquero, acuícola y forestal, que motive al inversionista aprovechar este diamante en bruto que es el Perú para poder generar negocios donde los inversionistas ganen, los trabajadores tengan ingresos permanentes y seguros con estabilidad laboral y seguridad social adecuada, y el Gobierno pueda captar los impuestos correspondientes. Esa es la receta para que el país siga creciendo.