20 febrero 2018 | 08:14 am Por: Redacción

Señaló la directora ejecutiva del CITE Papa, Celfia Obregón

Solo 300 personas a nivel nacional trabajan en el procesamiento de la papa

Solo 300 personas a nivel nacional trabajan en el procesamiento de la papa

De los 4.5 millones de toneladas de papas que se producen en Perú anualmente, 250 mil aproximadamente son procesadas y destinadas a restaurantes y a pollerías nacionales. Solo se exportan 701 toneladas de papa procesada hacia Bolivia y EE.UU.

(Agraria.pe) La producción nacional de papa alcanza los 4.5 millones de toneladas al año, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Por ello, en mayo del 2017, el Perú se consolidó como el principal productor de este tubérculo en Latinoamérica y el segundo en el continente americano, después de Estados Unidos.

Sin embargo, muy poco se ha hecho para incentivar el consumo en la población nacional y para fomentar el surgimiento de una industria innovadora, es decir, que le dé un valor agregado a la papa.

Industrialización
Según el decano de la Facultad de Industrias Alimentarias de la Universidad Agraria La Molina (UNALM), Luis Fernando Vargas Delgado, la industrialización de papa, al igual que con otros productos agrícolas en el Perú, es bastante incipiente.

“Podríamos decir que a nivel interno sí hay cierta producción semi-industrial. Artesanal hay bastante; pero con fines de exportación, escasa”, señala Vargas.

Para la autoridad universitaria, uno de los principales problemas del producto nacional es que es irregular en cuanto a su forma -algunas son muy chicas, otras no son esféricas y tienen muchos ojos, etc.-; ello perjudica una producción industrial, que requiere productos uniformes y estandarizados, como sí lo desarrollan otros países que trabajan el aspecto genético para obtener papas con fines industriales. Sin embargo, señala que, desde el punto de vista nutritivo y gastronómico -por su color, sabor y aroma, incluyendo toda la gama de las papas nativas-, nuestra papa es la mejor.

Asimismo, agrega que uno de los principales requisitos para industrializar el tubérculo es tener un abastecimiento seguro de materia prima, que sea siempre de la misma calidad y que sea preseleccionada.

“Si un agricultor no tiene la orientación técnica, va a sembrar lo que desea y va a mezclar variedades. Entonces, lo que va a ocurrir es que un día tendrá una variedad parecida o distinta a la que requiere la planta que le compra; así la industria no trabaja”, afirma.

Exportación
Según la directora ejecutiva del Centro de Innovación Productiva y Transferencia Tecnológica Papa y Cultivos Andinos (CITE Privado Papa), Celfia Obregón Ramírez, existen solo 300 personas a nivel nacional que trabajan en el procesamiento de la papa. Señala también que, de los 4.5 millones de toneladas de papas que se producen anualmente, 250 mil aproximadamente son procesadas y destinadas a restaurantes y a pollerías nacionales.

Asimismo, Obregón afirma que solo se exportan 701 toneladas de papa procesada hacia Bolivia y los Estados Unidos (según cifras del 2016). Entre este grupo, destaca la papa deshidratada (variedades “tunta” y “moraya”) con 239 toneladas. La mayor parte se exporta a Bolivia (69%). En cuanto a las papas precocidas y congeladas para la gastronomía, básicamente se dirigen a migrantes y a restaurantes peruanos en el extranjero; son unas 207 toneladas, que van sobre todo a Estados Unidos (79%).

Además, en los últimos años, se han comenzado a exportar las hojuelas de papas nativas de color fritas (“snacks”); este es un rubro muy prometedor, aunque -señala la ingeniera- el Perú no exporta papa fresca debido a barreras sanitarias.

Para la especialista, uno de los principales obstáculos de la industrialización de la papa es que no se le da importancia en la economía nacional.

“El Estado no fomenta el consumo como lo hace con otros productos. Los agricultores no tienen fácil acceso a créditos ni apoyo técnico. Nuestros empresarios no ven el gran potencial que tiene la papa como insumo de un gran producto de agroexportación”, finaliza Obregón.

Fuente: Correo