La implementación de planes de contingencia para que la producción de alimentos, tanto para consumo nacional como para exportación, es necesaria. Hay que evaluar los créditos agrarios otorgados y disponer de recursos para apoyar directamente a los sectores productivos alimentarios incorporando préstamos supervisados en toda la cadena de producción en condiciones favorables; especialmente los productos de primera necesidad y más sensibles.
(Agraria.pe) Debido al coronavirus (Covid-19) los países establecen todas las medidas posibles para evitar su dispersión y consecuentemente su mayor impacto, entre ellas, medidas económicas para apoyar a la población más vulnerable y, entre estas, la población rural desde donde proviene la mayoría de nuestros alimentos.
Así lo indicó el exministro de Agricultura y Riego y agregado de Perú en la FAO, Gustavo Mostajo Ocola, quien señaló que a la par de las medidas de inmovilización social y de salud, urge adicionalmente poner atención a 2 aspectos importantes, la continuidad de la producción agropecuaria y la distribución de alimentos seguros.
“La implementación de planes de contingencia para que la producción de alimentos, tanto para consumo nacional como para exportación, no pare, es necesaria; evaluar los créditos agrarios otorgados y disponer de recursos para apoyar directamente a los sectores productivos alimentarios incorporando préstamos supervisados en toda la cadena de producción en condiciones favorables; especialmente los productos de primera necesidad y más sensibles, de ser posible implementando Planes de Cultivos”, sostuvo.
Agregó que se debe evaluar si los programas sociales pueden apoyar a los pequeños productores en estos momentos. En ese sentido dijo que hay que prestar mucha atención a la agricultura familiar durante la inmovilización social.
Además, es necesario garantizar la continuidad de suministro de alimentos, sin especulación y lo más importante, mantener la inocuidad de los productos, lo cual es una tarea vital ahora.
“Tomar el mayor cuidado, especialmente en los alimentos en fresco, la manipulación del producto desde su cosecha hasta su venta al público, por ello, todos los actores deben implementar medidas de protección y resguardo en todo el procesos”, sostuvo.
Explicó que los productos procesados son más seguros, por ello hay que tomar especial atención en los productos frescos y en los mercados de abastos locales. Asimismo, se debe evaluar la implementación del control de precios en productos de primera necesidad, buscando garantizar un precio justo al productor y contrarrestar la sobrevaloración desde el intermediario hasta el vendedor final.
“Los próximos meses podrían ser más complejos en algunos países, desde el punto de vista alimentario, por ello es necesaria su inmediata planificación en estas circunstancias, que además de ser una solución al problema actual, sería una oportunidad para ordenar la producción de manera estratégica en los países proveedores de alimentos”, finalizó.
