La medida aprueba el uso de los neonicotinoides sólo en cultivos no atractivos para las abejas y en los cereales de invierno. También restringe la venta de "semillas tratadas" con dichos químicos.
Por: Redacción
Lima, 30 de abril 2013 (Agraria.pe) La Comisión Europea consiguió el apoyo de una mayoría suficiente de países para prohibir durante dos años el uso de los tres neonicotinoides usados más comúnmente como plaguicidas en la siembra del girasol, la colza, el algodón y el maíz, debido a los riesgos que plantearían para la salud de las abejas, informó la agencia de noticias Europa Press.
Quince países dieron su visto bueno al veto de dos años, incluso Alemania y Bulgaria, que en reuniones anteriores se abstuvieron de votar. También lo hizo España, que se había mostrado a favor de la medida meses atrás. Ocho delegaciones votaron en contra, incluyendo a Reino Unido, y cuatro países se abstuvieron.
La agencia europea de seguridad alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) observó a tres plaguicidas de la familia de los neonicotinoides: clotianidina, tiametoxam e imidacloprid. Estos químicos podrían afectar al sistema nervioso de las abejas, causándoles parálisis y hasta la muerte, pero no suponen un riesgo para la salud humana.
La prohibición podría afectar la comercialización de un tercio de las semillas preparadas en la Unión Europea (EU), siendo España uno de los principales productores, por lo que inicialmente pidió aplazar cualquier decisión hasta tener más datos científicos concluyentes, pronunciándose finalmente a favor en una primera votación en marzo.
Este ha sido el segundo intento del comisario de Salud y Consumo, Tonio Borg, de sacar adelante las medidas restrictivas, dado que en marzo no contó con el apoyo suficiente de los gobiernos europeos.
Varias organizaciones ecologistas presionaron para convencer a los gobiernos reticentes de aceptar la medida y asegurarse de que los que apoyaron el plan en marzo mantuvieran su voto.
La propuesta de la Comisión aboga por revisar las condiciones de autorización de los neonicotinoides para restringir su uso "solo a cultivos no atractivos para las abejas y para los cereales de invierno", ya que la exposición a su polvo en otoño no se considera un riesgo para el insecto.
Borg también busca que se prohíba la venta de "semillas tratadas" con productos fitosanitarios que contengan los químicos señalados (aunque esta medida no se aplicaría a las plantas que no atraen a las abejas) y vetar su uso por no profesionales.
