La influenza aviar que se descubrió en aves fue H7N9 de baja patogenicidad, que nunca mutó a una cepa de alta patogenicidad. Esa es una de las razones principales por las que no se ha identificado la verdadera fuente del virus.
Por: Redacción
Lima, 19 de junio 2013 (Agraria.pe) Si bien hace un mes terminó oficialmente la emergencia de la influenza aviar H7N3 que había afectado a humanos, todavía hay muchas preguntas sin resolver respecto a lo que pasó, indicó el portal web elsitioavicola.com.
A fines de mayo, concluyeron todas las medidas de emergencia en China para combatir el brote de influenza aviar en humanos de 10 provincias diferentes del país, el que resultó en 132 casos de enfermedad y 37 muertes.
Según un informe del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas (Cidrap por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, se considera que todo está bajo control y se mantendrá un monitoreo de la situación. Lo más importante es que indica que nunca hubo evidencia definitiva de transmisión de humano a humano.
Se cree que la transmisión del virus ocurrió mediante el contacto directo con aves o a través del contacto con áreas contaminadas por aves, aunque cuando se tomaron miles de muestras de aves y de los mercados de aves vivas, solo se aisló el virus H7N9 en 51 casos.
Asimismo, la influenza aviar que se descubrió en aves fue H7N9 de baja patogenicidad, que nunca mutó a una cepa de alta patogenicidad. Esa es una de las razones principales por las que no se ha identificado la verdadera fuente del virus.
Sin embargo, al cerrar y desinfectar los mercados de aves vivas, se resolvió el problema. También se comprobó que los cerdos no fueron una fuente del virus.
Un hecho preocupante es que el virus H7N9 puede desarrollar fácilmente resistencia a los productos antivirales y estos son el único tratamiento eficaz para la enfermedad. A pesar de que existen varios virus de vacuna “candidatos” para las empresas fabricantes de vacunas, probablemente pasarán muchos meses antes de que la vacuna esté disponible en grandes cantidades.
Durante el ciclo de vida de este brote, que fue de unos dos meses, la preocupación principal fue que el virus mutara para transmitirse de persona a persona. Si bien eso no ocurrió, se dieron casos de resistencia y coinfección, lo que preocupa a los profesionales de la salud humana.