Francisco Rivas Chamba, ex presidente de APPCACAO, y Ángel Manero, ex director general agrícola, consideran que la medida de Europa es arbitraria e injusta, por lo que se necesita acciones de parte del Gobierno. Productores en Piura y Tumbes ya empiezan a dejar sus cultivos ante restricciones. Podría haber alto impacto social.
(Agraria.pe) Primeras señales de alerta. Tras la entrada en vigencia este año de la norma europea que impide el ingreso de despachos de cacao a dicho territorio que contengan altos niveles de cadmio, se conoció que algunos productores en regiones como Piura empezaron a erradicar este cultivo.
Francisco Rivas Chamba, ex presidente de la Asociación Peruana de Productores de Cacao (APPCACAO), confirmó que el gremio está atravesando una situación muy difícil y que los problemas se empiezan a ver también en Tumbes, donde destacan dos zonas de producción que son Tumbes provincia y Zarumilla.
Explicó que la producción de cacao de Tumbes (que es la más grande de dicha región) muestra un índice de cadmio que ya le impide exportar a Europa, por lo que está trasladando sus envíos hacia Ecuador o el mercado interno, que ofrecen valores muy poco atractivos económicamente para los agricultores. Zarumilla en cambio sí está aún enviando su producción hacia el Viejo Continente, pero en proporciones mínimas pues en dicha zona de frontera hay menos metales pesados en el agua.
“El resto sí están vendiendo demasiado barato el cacao a Ecuador. El mercado nacional es muy bajo y no compensa el costo de producción. El precio de exportación muchas veces no compensa, pues si vendíamos a 3 soles el kilo en baba, hoy vendemos a S/ 1.80 o S/ 1.50 y perdemos, por lo que tenemos que buscar cambiar de producto”, detalló.
Con respecto al caso de Piura, señaló que la información que tiene es que los productores de cacao están cambiándose al banano, igual que en Tumbes, que además es una zona donde este cultivo es el principal y el cacao crece de forma asociada. La situación es diferente en la selva, dijo, donde el cacao es abundante y el impedimento a las exportaciones puede ocasionar un impacto social muy fuerte.
Rivas Chamba refirió que durante los años que estuvo al frente de la dirigencia de APPCACAO trató de trabajar con instituciones como el INIA y el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) pues veían que se podía desatar una situación similar a la del café con la roya, un problema que estaba advertido con mucha anticipación y sobre el que no se tomaron acciones hasta que fue demasiado tarde.
Recordó además que el problema del cadmio con la Unión Europea no solo concierne al Perú sino a otros países de la región como Ecuador y Colombia y que se llegó a organizar un foro a nivel internacional para solicitar a Europa, con los gremios y gobiernos, una extensión en el plazo de aplicación de esta medida, la cual no pudo lograrse.
Asimismo, el dirigente consideró que esta restricción tiene una arista política pues solo se le ha impuesto al cacao, dejando de lado el hecho de que el cadmio está presente en muchos otros productos, como el arroz. Lo ideal, sostuvo, es que se pueda esperar unos cuatro a cinco años para terminar los estudios técnicos del problema y encontrar soluciones. “El Gobierno debe interceder en este problema, ahora tiene dinero suficiente y con personal técnico para combatir esta enfermedad del cacao”.
Vía diplomática
Por su parte, Ángel Manero, ex director general agrícola del Minagri pidió no causar alarma pues no todos los campos ni todos los lotes de cacao en el país muestran altos índices de cadmio. “¨Hay campos donde en una misma plantación se encuentran árboles con contenido elevado y otros que no; sin duda aquí hay un tema de control de calidad que tiene que permitirnos monitorear los lotes para evitar caer en estos castigos”.
Coincidió además en que hay que tomar la vía diplomática pues se trataría de una medida “arbitraria e injusta” porque para que un consumidor se vea afectado en su salud por los índices de cadmio en el cacao tendría que consumir un promedio de 120 a 130 kilos de chocolate al año, lo que es imposible considerando que en Bélgica, el país que más consume chocolate en el mundo, el consumo anual por habitante no supera los 12 kilos.
“De modo que esta es una medida arbitraria de la Unión Europea que necesita una lucha diplomática, y ahí tiene que estar el Canciller, el Presidente de la República tiene que entrar a tallar y evitar se nos cierren los mercados con medidas injustas”, reclamó.
