(Agraria.pe) El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) publicó el pronóstico de riesgo agroclimático para el cultivo de papa durante el período de enero a marzo.
Se anticipa que las condiciones térmicas diurnas y nocturnas serán mayormente superiores a lo normal en el litoral costero y la región andina, con excepción de la sierra centro-occidental, donde se esperan condiciones nocturnas normales en enero.
Respecto a las precipitaciones, en enero, se prevé de normales a superiores en la costa centro, costa sur, sierra norte y sierra centro occidental; mientras que en sierra sur de normales a inferiores.
En febrero, las precipitaciones estarían de normales a inferiores en el litoral costero y gran parte de la región andina. En marzo, las condiciones serían normales en costa centro, costa sur, sierra norte y sierra centro; e inferiores en sierra sur.
Costa central y sur
De enero a marzo, debido a las condiciones térmicas propias de verano, se esperaría que las condiciones continúen de riesgo alto para el cultivo de papa; ya que, debido a dichas condiciones, habitualmente existe una mayor presencia de plagas, enfermedades y escasa tuberización del cultivo.
Sin embargo, para las zonas de irrigación de la costa sur como Pampa de Majes, Santa Rita de Siguas y La Joya (Arequipa), ubicadas en torno a 1400 m s.n.m., donde la siembra de papa se realiza durante todo el año, los riesgos estimados fluctuarían entre bajo y medio, debido a una mayor incidencia de plagas asociadas a temperaturas cálidas.
Sierra norte
De enero a marzo, las condiciones para el avance de la campaña agrícola de papa continuarían favorables, ya que prevalecerían lluvias de normales a superiores, especialmente entre enero y febrero, lo que promoverá el desarrollo vegetativo, floración y maduración de las plantaciones.
Sin embargo, estas condiciones pluviométricas aunadas a las temperaturas por encima de sus normales podrían generar un ambiente favorable para la “rancha”, la “alternaria”, entre otras enfermedades fitosanitarias asociadas a la alta humedad, incrementando los factores de riesgo hasta un nivel medio.
Asimismo, no se descartaría una mayor incidencia de la “mosca minadora”, “minador de brotes”, “psílidos”, entre otras plagas, especialmente en la vertiente occidental durante el mes de marzo.
Sierra central
Durante enero, las lluvias previstas en torno a sus normales mantendrían las condiciones favorables para el desarrollo de la campaña agrícola 2023-2024, especialmente para las plantaciones sembradas en secano, por lo que los riesgos previstos fluctuarían en el rango bajo; sin embargo, no se descartaría daños por la granizada, exceso de humedad, vientos fuertes, entre otros eventos extremos, propios de la época, incrementando los riesgos hasta un nivel medio.
Por otro lado, en las plantaciones que se encuentran próximo a su maduración, no se descartaría dificultades para las labores de cosecha y la sanidad del tubérculo.
Durante febrero, la floración y la tuberización de las plantaciones podrían verse afectadas por una disminución de lluvias, incrementando los factores de riesgo hasta un nivel alto, especialmente para los campos sembrados en secano; al mismo tiempo que, no se descartarían daños por las heladas, olas de calor, entre otros eventos, especialmente en las zonas de mayor altitud.
Durante el mes de marzo, las lluvias retomarían sus acumulados normales, lo que favorecería la maduración de los sembríos y el inicio de cosechas, estimándose un riesgo entre bajo y medio, especialmente para los campos sembrados en secano.
Sierra sur y altiplano
Durante enero, es probable que la persistencia de lluvias de normales a inferiores a su promedio continúe afectando la disponibilidad hídrica en varios sectores del altiplano, por lo que no se descarta la aparición de los síntomas de estrés hídrico; así como daños por heladas, olas de calor, entre otros eventos extremos, por lo que riesgos estimados podría alcanzar hasta un nivel medio.
Para febrero y marzo, en gran parte de la sierra sur persistirían las condiciones de lluvias de normales a inferiores y temperaturas del aire cálidas, lo que impactaría en el desarrollo normal de las plantaciones y su rendimiento; asimismo, es más probable una mayor incidencia de “gorgojo de los andes”, “polilla de papa” entre otras plagas, por lo que los riesgos previstos podrían fluctuar entre medio y alto, especialmente durante febrero.
Fuente: Agro Perú informa