(Agraria.pe) El año 2023 se vio marcado por una oferta caótica de cebolla fresca, originada por las fuertes afectaciones que las condiciones climáticas generaron en los principales países productores. A pesar de los periodos en los que las existencias eran limitadas en los mercados mundiales clave, los estándares de calidad no se flexibilizaron, a diferencia de lo observado en otros productos. Esta situación representó un desafío para la producción peruana y otros países exportadores, ya que se registró la presencia de lotes con calibres más pequeños y de calidad generalmente inferior a lo esperado.
En este contexto, el año 2023 concluyó con un total exportado de 259.419 toneladas desde Perú, con un valor de US$ 104 millones. Esto representó una disminución del 14% en volumen y del 2% en valor. En cuanto a la cotización, el productor promedio recibió un precio FOB de US$ 0.4 por kilogramo, un 13% superior al registrado en el 2022. A pesar de este aumento en el coste, no fue suficiente para compensar la reducción en el volumen exportado.
Esta coyuntura no hace más que agravar los desafíos de rentabilidad que numerosos productores han enfrentado desde la crisis de los contenedores en el 2020. La sobreproducción previa, combinada con los incrementos en los costos de fletes, ha llevado a los productores de cebolla en el Perú a restringir sus inversiones en este cultivo. La lista de regiones productoras está actualmente encabezada por Ica, con un 51% de participación, seguida de La Libertad (23%) y Arequipa (13%).
Dinámica internacional
Estados Unidos mantuvo su posición como el principal destino para la cebolla peruana. A lo largo del año, este mercado experimentó limitaciones en las existencias debido, en gran parte, al retraso en las principales campañas de abastecimiento causado por la escasez de lluvias durante el verano. Los proveedores vecinos, como México y algunas regiones de Canadá, también enfrentaron dificultades en la campaña de este año (México fue afectado por huracanes y tormentas en la segunda mitad del 2023). A pesar de que la menor oferta contribuyó a mejorar los precios, que se promediaron en US$ 0.48 por kilogramo (un 12% más que el año anterior), la atracción de costes más competitivos en otros destinos, como Europa, resultó en una reducción del 24% en el volumen de envíos peruanos.
Europa emergió como el destino más atractivo en el 2023 gracias a las nuevas oportunidades que se presentaron en el viejo continente. Tradicionalmente, Egipto ha sido un proveedor clave de este producto en esa región. No obstante, debido al desabastecimiento en su mercado interno, el Gobierno egipcio prohibió las exportaciones, abriendo así espacio para otros proveedores, entre ellos el Perú. Además, los principales productores de la región, como España e Italia, experimentaron significativas caídas en su producción local.
A pesar de un aumento considerable en los precios en el Viejo Continente, mitigado en parte por la llegada de cebollas de origen chino, que aliviaron la situación de escasez, los volúmenes exportados hacia Europa experimentaron un incremento del 41%. El precio promedio alcanzó los US$ 0.54 por kilogramo, un 24% más alto que en el 2022, convirtiéndose en la región que mejor remuneró en el 2023.
Los envíos hacia Latinoamérica también se vieron afectados por la redirección de los productos hacia Europa y la limitada oferta proveniente del Perú. Colombia, que históricamente ha sido un destino crucial para la cebolla fresca peruana, experimentó una reducción del 28% en los envíos. El precio también estuvo significativamente por debajo del promedio de otros destinos, situándose en apenas US$ 0.22 por kilogramo, un 1% menos que en el 2022.
Fuente: Fresh Fruit