Incremento se debió a la ampliación de áreas agrícolas especialmente en uva de mesa, palta, mandarina, arándanos papa, caña de azúcar y quinua.
Por: Redacción
Lima, 5 de diciembre 2014 (Agraria.pe) El director Ejecutivo de CultiVida, Ing. Manuel Cueva, señaló que este año el mercado peruano de agroquímicos ascendió a US$ 200 millones, lo que representa una recuperación de cerca de 10%.
Indicó que esta recuperacion está en relación a la ampliación de áreas de cultivos, especialmente en uva de mesa, palta, mandarina, arándanos papa, caña de azúcar y ahora quinua.
Asimismo, dijo que para el 2015 se espera un crecimiento del mercado entre 6 a 8% en base al incremento del área de los cultivos, por ejemplo el Proyecto Olmos.
Cueva detalló que el consumo se divide entre 45% para cultivos de agroexportación y 55% para los cultivos de consumo nacional. También señalo que el 40% son insecticidas, 35 % son fungicidas y 25 % herbicidas.
Destaco que los miembros de CultiVida continúan aportando innovación para la agricultura peruana a través de modernos plaguicidas y servicios eficientes para el incremento de la sostenibilidad y productividad de la agricultura en el Perú.
“En los 3 últimos años se lanzaron al mercado 12 nuevos productos que son muy específicos para las plagas, no afectan el control biológico, ni la salud de los humanos y al medio ambiente. Un aspecto muy importante es que con los productos antiguos se aplicaban de 1 a 2 Kilos por hectárea y ahora se aplican 6 a 10 gramos por hectárea”, comentó.
Mencionó la importancia de los nuevos agroquímicos que se aplican en programas de manejo integrado de plagas de manera racional para que no haya residuos tóxicos en los alimentos que consumimos.
En ese sentido, dijo que para el 2015 se estima el lanzamiento de tres nuevos productos los que ayudarán a incrementar la productividad y el bienestar de los pequeños y medianos agricultores y por ende el combate de la pobreza.
Demandó finalmente la creación del Programa Nacional de Manejo Integrado de Plagas, para un control eficiente de las plagas en los cultivos de consumo interno y de nuestra canasta básica alimenticia.