(Agraria.pe) En la región San Martín hay más de un millón y medio de hectáreas de terrenos degradados y que pueden ser aprovechados para siembra del piñón blanco, una planta cuya semilla es una alternativa de desarrollo rural sostenible para la generación de biodiesel.
El director de la Estación Agraria Experimental El Porvenir, del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA San Martín), Antonio Arce García, indicó que, de acuerdo a las investigaciones que vienen realizando, un productor con 5 hectáreas de piñón blanco podría obtener ingresos suficientes para solventar sus necesidades básicas de alimentación, vivienda, educación y salud.
“Según calculamos en nuestras investigaciones, alrededor de 500 mil familias solamente en San Martín podrían beneficiarse con este cultivo. Y esta situación es bastante similar en Ucayali, Loreto, Amazonas, Madre de Dios. También en regiones que tienen una parte de selva, como Junín, Cerro de Pasco e, inclusive, Cusco”, detalló.
Explicó que el piñón es un árbol que ha logrado adaptarse a las condiciones rústicas de la región San Martín y otras ubicadas en la selva del país, debido a su gran facilidad para sobrevivir a situaciones adversas, en tierras degradas y marginales, terrenos arenosos o pedregosos, clima seco y requiere de poca agua, etc. Sin embargo, para una buena producción requiere los nutrientes mínimos para que crezca, lo que se logra mediante un adecuado manejo agronómico.
En ese sentido, manifestó que esta característica es la principal diferencia con la palma aceitera, otra planta que también es utilizada para la producción de biodiesel, aunque su principal uso es para el aceite comestible.
“La palma aceitera tiene una gran limitante: se instala en lugares de reciente apertura, es decir, se deforesta un área para poder plantarla; es por ello, que su demanda implica la destrucción de bosques y genera mucha contaminación ambiental. Además, su aceite como biodiesel tiene problemas de combustión cuando se encuentra en condiciones frías, se solidifica. En cambio, el aceite de piñón cuando lo hemos utilizado no presentó ningún problema parecido y tampoco deterioró la máquina”, precisó.
Sobre el proyecto
Arce García explicó que este trabajo de investigación del piñón blanco se inició en el 2008 con el Gobierno Regional de San Martín y que -en un principio- consistió en recoger una colección de ecotipos de piñón existentes en la zona, para después comenzar a trabajar el manejo de este cultivo con la finalidad de elaborar biodiesel del aceite de sus semillas.
Desde hace aproximadamente tres años, el financiamiento del proyecto fue aprobado por el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), que ha entregado cerca de S/. 1’200,000 para la introducción de ecotipos en tres regiones: Ucayali, Amazonas y San Martín.
“El 2016 termina el tercer año del proyecto a cargo del Minagri y esperamos que el Gobierno Regional retome su rol de apoyar la investigación y logremos financiamiento por otros tres años, porque los proyectos de inversión pública, en su mayoría, tienen un horizonte de entre tres y cuatro años y luego hay que renovarlo de acuerdo a los resultados obtenidos”, refirió.
Añadió que han identificado en la región cerca de 97 ecotipos, de los cuales dos han destacado por su rentabilidad y contenido de aceite, que son los que están introduciendo y multiplicando en esas tres regiones. “También estamos trabajando con ecotipos de diferentes países de Centro América, como Costa Rica, Guatemala, Honduras, así como de Brasil, Colombia y México. Cada ecotipo tiene características especiales que necesitamos investigar. Además, estamos trabajando en el tema de la postcosecha, la extracción del aceite y averiguar cómo podemos retirar algunos tóxicos que tiene este aceite para utilizar los residuos como alimento de peces o de ganado vacuno, porque tienen abundante proteína”, apuntó.
Hectáreas
Señaló que comenzaron con 555 hectáreas y que ahora cuentan con casi 3 mil hectáreas de piñón. “Un productor italiano asumió el liderazgo de este cultivo en Picota y solo él ha sembrado cerca de 3 mil hectáreas, si bien tenía intención de invertir unas 10 mil hectáreas. Pero, el piñón aun tiene problemas con algunas plagas y en la época de cosecha, además no hay mano de obra especializada. Todavía hay una serie de dificultades en cuanto a la siembra del piñón, que no ha permitido su expansión, pero para eso estamos realizando la investigación, para superarlas”, comentó.
Finalmente, dijo que planean desarrollar una biofábrica para clonar el ecotipo que mejor rendimiento haya tenido para multiplicarlo, pero que esto requiere de un riguroso proceso de investigación, para el cual muchas veces no se brinda el apoyo suficiente. “Siempre hay necesidades que no se cubren, esto es una de las limitantes que tenemos. No se da mucha importancia a la investigación, en general, ni al sector agricultura desde hace muchos años”, concluyó.
