En 30 días el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) publicará los requisitos de bioseguridad para la importación de semilla transgénica
Por Raúl Yaipén Carranza
Lima, 25 Abril (Agraria.pe) De acuerdo con el reglamento interno sectorial de bioseguridad para actividades agropecuarias o forestales, el INIA publicará en 30 días laborables (desde el 15 de abril) los requisitos de bioseguridad para la importación de semilla transgénica respetando el articulo 47º de la norma, según Jorge Alcántara, funcionario de la Subdirección de Recursos Genéticos y Biotecnología del INIA.
“Básicamente, los solicitantes tendrán que sustentar que sus semillas no tienen ningún tipo de riesgo a la salud y el medio ambiente”, indicó Alcántara.
Asimismo, el funcionario sostuvo que las personas naturales y jurídicas que soliciten desarrollar actividades o usos de transgénicos con fines agropecuarios y forestales deberán contar primero con campos de investigación o experimentación en las zonas que lo indiquen.
Segundo, tendrán que presentar sus campos pilotos o pre comerciales para finalmente ser autorizados por el INIA, a través del Certificado de Calidad en Bioseguridad (CCB) que les permite masificar el cultivo.
“Todo esto tiene un proceso de tres campañas agrícolas -como mínimo- es preciso resaltar que no todos los productos o marcas que ingresen para experimentación tienen que ser aprobados libremente, si se comprueba que hay un efecto nocivo o una desviación del uso del producto se desechará”, enfatizó Jorge Alcántara.
Los niveles genéticos y sus posibles daños
Según un estudio realizado por la universidad de California los cambios genéticos que una planta tiene en relación a su variación de ADN y proteínas son altamente variables y oscilan entre 450 MBp a 5000 MBp.
Aproximadamente, más de 30,000 genes son los que se injertan en el ADN de las plantas esto quiere decir el 0,000007% de ADN nuevo y si se habla de proteínas adheridas es el 0,00004% aproximadamente.
Otra de las afirmaciones de la universidad de California es que actualmente los productos introducidos tienen concentraciones extremadamente muy bajas.
En ese sentido, Carlos F. Quirós, PHD en genética de plantas y uno de los responsables del estudio, sostuvo que tendríamos que comer dos hectáreas de maíz Bt todos los días por dos semanas para que tuviera un efecto nocivo en los seres vivos.
INIA
“Todos los estudios son válidos y discutibles, pero éste se acerca mucho a la realidad, aunque es debatible dependiendo del estado, clima y otros factores agronómicos de cada país”, señaló la Subdirección de Recursos Genéticos y Biotecnología del INIA, ante la investigación.
“Lo resaltante es que se puede concluir que la mutación genética es casi improbable, estamos hablando de 0,000003% de probabilidades -por dar una cifra- lo que se debate esencialmente es que los genes que se pudieran transferirse a una planta receptora convencional orgánica hagan daño a la salud, pero eso requiere una serie de estudios, que hasta hoy no se realizan”, señaló la Subdirección del INIA.
“El objetivo de la norma es dar paso a una nueva tecnología agronómica y que el agricultor pueda optar entre un abanico de posibilidades en su beneficio, no podemos quitarle el derecho de acceder a la modernidad y será finalmente él quien decida su expansión y consumo”, concluyó.