11 octubre 2022 | 09:38 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Entrevista con Francisco Paredes, director de estrategia de Altum Lab

La inteligencia artificial empieza a jugar un rol en la agroindustria peruana

La inteligencia artificial empieza a jugar un rol en la agroindustria peruana
La experiencia de Altum Lab señala que servicios especializados de software pueden mejorar no solo los rendimientos sino el uso de recursos de manera más consciente con el ambiente y las comunidades como es en el caso del agua. La empresa busca expandirse en el Perú, que es su mercado principal.

(Agraria.pe) El mundo de las startups genera constantemente soluciones y servicios innovadores para las industrias, muchas de ellas impulsadas por el desarrollo tecnológico. En el Perú ya hay casos de este tipo que están demostrando efectividad a la hora de acrecentar la productividad y rentabilidad, especialmente en el rubro agrario profesional.

En ese escenario promisorio aterrizó Altum Lab, empresa de origen chileno que surgió en 2017 con un primer trabajo de optimización (a través de un modelo de software como servicio) para la industria de la mezcla de harina de pescado. “Fue lo primero que desarrollamos”, cuenta Francisco Paredes, director de estrategia de la organización; y agrega: “Los fundadores venían de la industria acuícola y veían que había un problema con la mezcla (para la harina de pescado), pero vieron que esa problemática se aplicaba a otras industrias también como el agro, manufactura”.

El éxito en el campo acuícola en Perú fue tan importante, que la expansión fue natural hacia otro rubro clave como la minería, y luego hacia la agricultura, un área en el que Perú también es un jugador relevante. Y la puerta de entrada para la empresa a este espacio se dio a través del Grupo Romero y su negocio de producción de caña de azúcar, un cultivo en cuyo cuidado intervienen muchos factores: clima, nutrición, suelo, etc. El modelo desarrollado para este caso impulsó un mejor rendimiento y exactitud en la medida de los cuidados para la cosecha, además de la reducción de costos e insumos.

Este último factor es clave, señala Francisco Paredes, sobre todo si se considera un elemento como el agua, sobre el cual hay una justificada sensibilidad ya que muchas poblaciones que circundan las operaciones agroindustriales en el mundo carecen del líquido elemento.

Con este reconocimiento, la empresa trabaja en Perú ya con tres empresas, dos del rubro agrícola y una del sector manufactura, además de tener conversaciones avanzadas con la industria metalúrgica. La proyección es cerrar 2022 con al menos tres clientes más en este mercado, convirtiéndolo en el más importante para la compañía al representar un promedio de 40% del total del negocio.

“La industria peruana y agroindustria peruana es capaz de tomar estas tecnologías innovadoras de las startups con la idea de hacer las cosas mejor y sacar provecho de la inteligencia artificial para optimizar la operación y atreverse un poco a eso. Creo que en Chile u otros mercados existe una barrera con eso, y quizá las empresas grandes no están dispuestas a innovar o tomar soluciones de empresas en crecimiento; sin embargo en Perú hay una acogida importante, nos ha abierto los brazos y eso se agradece”, refiere el ejecutivo.

El resto del negocio para Altum Lab proviene de Brasil, Chile y México, donde también desarrollan operaciones. De esta manera, en total a nivel regional esperan cerrar 2022 con ventas por US$ 1.1 millones, de los cuales unos US$ 650 mil provendrían de Perú.

Ahora, comenta el ejecutivo, la empresa trabaja en una ronda de captación de capitales tipo Serie A por US$ 22 millones para expandirse y consolidarse con miras a llegar a más mercados de Latinoamérica y Europa, ya que, señala, en el Viejo Continente también hay una necesidad de este tipo de herramientas que mejoran el uso de insumos en los cultivos y aprovechan mejor elementos como el agua en un marco de escasez hídrica mundial.

Claves
.En el 2019 Altum Lab creó Bruna con el objetivo de expandirse a otras industrias y de satisfacer la necesidad de las empresas extractivas para disminuir la variabilidad desde el origen; es decir, desde la materia prima.

.AIBruna es una plataforma web que utiliza inteligencia artificial y algoritmos matemáticos para predecir la calidad de futuras materias primas y, con herramientas de optimización matemática (Gradient Descent, Heuristics y Genetic Algorithms), hacen sugerencias sobre cómo usarla en el proceso de producción para satisfacer la demanda al menor costo posible y resolver problemáticas industriales comunes.

.Dentro de las herramientas matemáticas, se basan en las teorías de optimización de Gradient Decent, Heurísticas y Algoritmos Genéticos, y en IA, en redes neuronales recurrentes, evolutivas y deep. El equipo de Altum ha diseñado sus propias versiones de estas herramientas, adaptándolas y componiéndolas a las realidades de las empresas productivas.