05 noviembre 2020 | 09:09 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Apuntó el consultor de Bananotecnia Carlos Orellana

La industria peruana del banano no debe perder de vista el peligro del Fusarium oxysporum presente en Colombia

La industria peruana del banano no debe perder de vista el peligro del Fusarium oxysporum presente en Colombia
Especialista resalta la importancia de trabajar con buenas prácticas agrícolas durante los 10 a 12 meses que demora la llegada de la cosecha. Pide poner en práctica los ‘deshijes’ y estar atento a las certificaciones.

(Agraria.pe) El panorama productivo del banano y del plátano en Perú y Ecuador es muy similar, pues hay tanto empresas importantes con grandes cantidades de hectáreas como pequeños productores y asociaciones con poco terreno. Sin embargo, comparten las posibilidades y desafíos de un sector que ha venido en crecimiento gracias al buen nombre que han ido ganando en mercados clave como Norteamérica y Europa.

Para sostener este impulso, el ingeniero agrónomo y fitopatólogo Carlos Orellana -quien es consultor de Bananotecnia- apunta que los 10 a 12 meses que tarda el cultivo desde la siembra a la cosecha deben estar trabajados con buenas prácticas para obtener un producto de calidad. “El banano de calidad se hace el campo”, enfatiza como punto que marca la diferencia entre un producto que es aceptado con buen valor en el mercado y otro que llega con defectos y con baja perspectiva económica.

¿Cuáles son los principales errores que se encuentran en los campos hoy? Uno de los mayores es el ‘deshije’, dice Orellana, pues muchos agricultores creen que mientras más ‘hijos’ tenga cada unidad productiva, es mejor. Y no es así. Por ello hay que poner en práctica esta técnica para obtener una población adecuada con una unidad de producción, de tal forma que el ‘hijo’ que quede desarrolle un adecuado estándar de calidad con los cuidados que requiere.

Además de este aspecto, considera importante contar con las necesarias certificaciones que los mercados no solo esperan, sino que exigen como Global Gap, orgánica, Fairtrade, Comercio Justo y Reinforest.

Con todo, el segmento de banano, especialmente orgánico, está en ritmo de crecimiento, al punto que hoy existen 10 mil hectáreas de este tipo certificadas, lo que revela además el potencial de Perú para diferenciarse de competidores directos como Ecuador, donde existe la Sigatoka Negra, que causa defoliación y que, gracias a las condiciones ambientales, no llega a zonas productoras peruanas como Piura.

Esta capacidad debe explotarse, agrega el especialista, tratando de nivelar las condiciones productivas, pues entre las pequeñas asociaciones de agricultores hay carencias importantes como las de tinas grandes y un sentido de tecnificación.

Finalmente, Carlos Orellana recordó que hay un enemigo muy importante todavía en estado incipiente al cual no hay que perderle nunca el paso, que es el hongo Fusarium oxysporum, que puede golpear a la industria bananera si llega a nuestro país y que actualmente se encuentra en focos bien identificados en Colombia. “Hay que tomar medidas preventivas para manejar esta enfermedad si se presenta. Esperemos que no llegue, no se ha reportado en Ecuador ni Perú. En Colombia le dan un manejo adecuado con medidas de bioseguridad, pero hoy hay un gran movimiento migratorio que puede propagar esta enfermedad”.

Dato:

Carlos Orellana impartirá el curso online “Auditor en calidad preventiva en campo para banano de exportación” que organiza Bananotecnia del 17 de noviembre al 30 de diciembre.  Informes del curso: consultas@bananotecnia.com – Whatsapp: https://wa.me/51983600986

 

Etiquetas: banano