(Agraria.pe) La empresa estadounidense New World Spirits produce en Perú destilados de la pulpa de cacao, un producto que tiene un mercado importante en diferentes estados de Estados Unidos, como Nueva York, Los Ángeles, Atlanta, Massachusetts y Kentucky, y además exporta a Londres, Galápagos, Ecuador, República Dominicana.
Sus plantas de procesamiento están ubicadas en la ciudad de Juanjuí, de la región San Martín. Sin embargo, su producción todavía es pequeña. En el 2014, produjo 2 mil litros de destilado de cacao y este año estima sacar al mercado un poco menos que esa cantidad, debido a que se encuentran paralizados desde el mes de julio, aproximadamente.
Para Rafael Urbina, representante de New World Spiritis, este estancamiento es producto de dos leyes que han sido aprobadas: la del Impuesto Selectivo de Consumo (ISC) y la Ley para erradicar la Elaboración y Comercialización de bebidas Alcohólicas Informales, Adulteradas o No Aptas para el Consumo Humano; ya que generan un sobrecosto en su producción.
“Estas normas hacen que los costos en Perú sean el doble de –por ejemplo- los que tenemos en Ecuador y en República Dominicana. Eso nos ha obligado a parar la producción y a replantear lo que estamos haciendo aquí. Estamos tratando de ver cómo podemos reducir los costos, porque no somos competitivos ni en cuanto a ese tema ni en cuanto a volúmenes. También buscamos juntarnos con otros productores, ver si el gobierno puede ayudarnos, a través de programas como el que está impulsando Sierra Exportadora (el Programa Nacional de Destilados del Perú) y luchar contra ese tipo de leyes que no son nada ventajosas para nosotros”, refirió.
Urbina indicó que trabajan con la Cooperativa Agraria Cacaotera (Acopagro), una especie de sociedad que genera beneficios para ambas partes, debido a que antes la pulpa del cacao era un problema para los productores, causaba contaminación y atraía a insectos, como mosquitos y abejas.
“Nosotros no contamos con nuestras propias hectáreas de cacao, por eso buscamos asociarnos con cooperativas o asociaciones de productores. Ahora estamos trabajamos con Acopagro, que tiene más de 70 centros de acopio, donde se junta la pulpa y la semilla de la planta de cacao para el procesamiento de la semilla y la posterior elaboración del chocolate; de estos 70 centros, trabajamos con uno, que es nuestro centro de acopio piloto. Ellos nos prestan el espacio y nosotros nos comprometemos a comprarles toda la pulpa de cacao que descartan”, detalló.
Otro problema que, según señala, no les permite crecer, es el tener que lidiar con diferentes socios de una asociación o cooperativa, lo que hace que las negociaciones sean más difíciles y lentas.
“Una gran diferencia entre Perú y Ecuador y República Dominicana, es que en Perú tenemos que trabajar con asociaciones de agricultores o cooperativas. En Ecuador negociamos con una sola persona, que además, quizás esté dispuesta a invertir; esa persona es nuestro único socio. Aquí negociamos con cooperativas que tienen a veces más de dos mil socios, y cada directiva tiene la duración de un año. Por ejemplo, planteamos un punto en una reunión con la cooperativa, en muchos casos, las reuniones se dan cada dos meses, es decir, tengo que esperar dos meses para una respuesta. A veces, negociamos un punto durante un año y para cuando el punto está claro, ya cambiaron de directiva y tenemos que hacer todo de nuevo”, precisó.
Potencial de Perú como productor de destilados
Rafael Urbina resaltó que Perú tiene un potencial gigantesco en cuanto a la producción de destilados por ser un país con una gran biodiversidad, la que de ser aprovechada de manera adecuada generaría más puestos de trabajo y mayores ingresos para los productores.
“Tenemos una amplia diversidad de frutas, raíces, tubérculos, granos, cereales, leguminosas, flores, especias, que pueden ser utilizadas para los destilados; tenemos lo que el resto del mundo quisiera y no tiene, pero no lo aprovechamos al 100%. La producción de destilados da un valor agregado a los cultivos ya mencionados, puede trabajar con diferentes subproductos de otras industrias, pero el mayor problema que tenemos es la desventaja ante otros países a causa de los temas tributarios y legales”.
Anotó que otra ventaja que tienen los destilados es que son productos no perecible, pueden estar almacenados por años, lo que ayuda a que lleguen a mercados muy lejanos, siempre y cuando, los productores tengan muy en claro que la calidad es fundamental para este negocio. “Hay tres cosas básica que el hombre consume: ropa, vivienda y alimentos, dentro de los alimentos, está sin duda el alcohol”.
Respecto al Programa Nacional de Destilados del Perú, afirmó que es una iniciativa interesante que esperan logre impulsar y mejorar la producción de destilados.
“Todavía no sabemos cómo nos va ayudar este programa, pero esperamos que no sea uno de esos proyectos que terminan siendo un saludo a la bandera, simplemente para cumplir sus metas. Lo que queremos es que nos apoyen en el tema de la asociatividad para conocer a los demás productores, juntarnos y poder plantear nuestros problemas al gobierno. El gobierno tiene que entender que la mejor manera de ayudarnos no es solo presentando nuestro producto, “promocionándolo”, sino también aprobando leyes concretas que no nos perjudiquen, construyendo caminos, mejores carreteras, e implementar más servicios enfocados a la industria”, finalizó.