Agricultores controlaron la plaga gracias a la implementación de mejores prácticas culturales. Sin embargo, solicitan que el SENASA y el INIA monitoreen la plaga a fin de evitar su propagación.
Por: Ani Torres L.
Lima, 10 de enero 2014 (Agraria.pe) Gracias a la implementación de mejores prácticas culturales en la siembra del arroz, productores de Tumbes lograron reducir en 30% la incidencia de la bacteria “Burkholderia glumae”, que provoca la enfermedad denominada ¨Añublo bacterial¨, informó Ezequiel Chiroque, presidente de la Asociación Peruana de Productores de Arroz (APEAR).
El añublo bacterial -que afecta directamente la cáscara del arroz- perjudicó durante la campaña grande 2012-2013, 3.200 hectáreas de arroz, equivalentes al 40% de la producción del grano en el departamento de Tumbes, reduciendo también el volumen por Ha, que llegó sólo 3.1 TM, es decir, 40% menos del promedio.
Dicha enfermedad se propagó durante la anterior campaña en algunas zonas de Piura y San Martín. Sin embargo, gracias al buen manejo agronómico de los agricultores se pudo controlar la incidencia.
Al respecto, el presidente del gremio arrocero solicitó ayuda al Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) y al Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) para continuar con el monitoreo en campo a fin de evitar que la enfermedad se extienda.
Para el caso de Tumbes, los productores lograron reducir en 30% la presencia del añublo bacterial en sus cultivos de arroz. “Actualmente la presencia de la bacteria es de 10% (800 Has afectadas), 30% menos que en la campaña anterior”, refirió.
Producción 2013-2014
Para la actual campaña, APEAR proyecta instalar unas 400 mil has de arroz a nivel nacional, con las que se lograría producir 3.2 millones de TN del grano. Asimismo, informó que el excedente sería de 500 mil TM este año, de los cuales 60 mil están comprometidos para Colombia y el resto será exportado a Venezuela y otros países de Centroamérica.
De otro lado, señaló que la siembra de arroz en Lambayeque (58 mil Has) y Piura (42 mil Has) se atrasó debido a la escasez de agua en los reservorios San Lorenzo y Poechos. “La siembra debió terminar en noviembre, pero recién se culminarán las actividades en las siguientes semanas”, apuntó. No obstante, confió en que en los próximos días, y con la llegada de las lluvias, los reservorios se normalicen.