Trabajo de universidad árabe encontró el factor que podría permitir el cultivo de una quinua más dulce.
(Agraria.pe) Un grupo de científicos anunció el miércoles que ha mapeado el genoma de la quinua e identificado un gen que podría ser manipulado para librarse del sabor amargo natural del grano y ampliar así su uso comercial.
La quinua, que crece en condiciones duras como terrenos salados y de baja calidad a grandes alturas, es considerada un cereal y pertenece a la familia de las espinacas y la remolacha. Es rica en hierro, omega-3 y proteínas. Además, es el único alimento vegetal que dispone de los aminoácidos esenciales.
Su gran defecto sin embargo siempre fue la saponina, que es una sustancia amarga producida por el grano, por lo que es necesario lavarla profusamente antes de consumirla.
Mark Tester, fitólogo de la Universidad de Ciencias y Tecnología Rey Abdullah de Arabia Saudita, dijo que la investigación localizó el gen que guía la producción de saponinas en la quinua. Este conocimiento podría permitir el cultivo de una quinua libre de saponina y, por lo tanto, más dulce.
“En la actualidad, la quinua es bastante poco utilizada”, señaló Tester, quien lideró la investigación publicada en la revista científica Nature. “Es muy nutritiva, con un alto contenido en proteínas que, lo que es importante, tienen un equilibro muy bueno de aminoácidos, algo inusual en los granos más destacados. No tiene gluten y también es alto en vitaminas y minerales”.
El científico destacó asimismo que el incremento de la producción de quinua podría mejorar la seguridad alimentaria en el planeta ante el crecimiento demográfico de la población. No obstante, advirtió que la reducción de saponinas podría tener efectos adversos, como un incremento en la susceptibilidad ante las infecciones con hongos o la predación por parte de pájaros.
La quinua sigue siendo un cultivo menor a nivel mundial y se produce en su mayoría en Perú y Bolivia. En los últimos años se puso de moda en Occidente promocionada como un alimento saludable.
Fuente: Reuters / AFP