(Agraria.pe) Según el IV Censo Nacional Agropecuario (IV Cenagro) realizado en 2012, existen en Perú 152.334 hectáreas de alfalfa, repartidas entre 202.840 productores (promedio de 0.75 ha por productor).
Cerca del 75% de la superficie sembrada de alfalfa en nuestro país se encuentra en zonas de Sierra, destacando los departamentos de Puno, Arequipa, Moquegua, Tacna. Mientras que de acuerdo a su productividad resaltan Cajamarca y el Valle del Mantaro, debido a que ambas zonas cuentan con condiciones agroclimáticas favorables y porque los agricultores y ganaderos dominan mejor el cultivo.
Así lo indicó el jefe de la Línea de Hortalizas y Forrajes de Hortus S.A., Ernesto Zolezzi Saettone, quien destacó que, de acuerdo a las variedades de alfalfa empleadas en nuestro país, y el tipo de manejo realizado, hay alfalfares que rinden desde 10 toneladas de forraje fresco por hectáreas por cosecha, hasta las que superan las 20 toneladas por hectárea por cosecha.
Además, dijo que en Perú se siembran dos tipos de alfalfa: dormantes y no dormantes. En el primer caso (dormantes), explicó que son variedades que se instalan en zonas donde la temperatura llega por debajo de los 0°C, duermen en épocas de invierno (debido al frío extremo y la ausencia de lluvias) y pueden cosecharse entre 4 y 5 veces al año. Sobre el segundo caso (no dormantes) se siembran en zonas de 0 a 3.300 msnm, crecen todo el año y se realizan entre 9 y 10 cosechas al año.
“Las alfalfas dormantes entran a un estado de reposo en la época de invierno, es decir no brotan, de esa manera las plantas escapan a la exposición al frio extremo y ya cuando la temperatura sube y comienzan las primeras lluvias las plantas se reactivan y comienzan a brotar en primavera y verano”, explicó.
Retos para la proliferación del cultivo
El jefe de la Línea de Hortalizas y Forrajes de Hortus S.A., señaló que la alfalfa tiene ciertas limitaciones para su desarrollo, debido que es un cultivo de suelos neutros, no tolera la acidez ni la salinidad, razón por la cual no hay muchas zonas del país donde los suelos permitan su cultivo de manera exitosa.
Asimismo, dijo que la alfalfa es un cultivo exigente en agua, ya que requiere de riegos ligeros y frecuentes (los riegos muy pesados afectan seriamente al cultivo); además, en cuanto al manejo agronómico del cultivo, se debe tener cuidado en la nutrición de la planta y el momento óptimo de la cosecha, ya que cosechar muy tarde deteriora la calidad del forraje y desgasta la planta.
En cuanto a las principales plagas que afectan al cultivo en la costa destacan los trips, tres especies de pulgones, gusanos comedores de hojas, nemátodos, prodiplosis; mientras que en la sierra se debe considerar el ataque de moluscos como babosas. Sobre enfermedades, las más importantes son la chupadera, pudriciones radiculares, la peca o mancha de chocolate (mancha foliar), y mildiú.
Línea de semillas de alfalfa de Hortus
Ernesto Zolezzi explicó que el productor busca alfalfas con mayores rendimientos de forraje en kilogramos, que tengan más hojas que tallo, y que tengan mayor tolerancia a plagas y enfermedades.
En ese sentido resaltó que su representada cuenta con una línea de semillas de alfalfa exclusiva (Alfalfa Hortus 401, Alfalfa Hortus 901, Alfalfa Hortus 1001, Alfalfa Hortus 1002) desarrolladas, producidas y envasadas en Estados Unidos por una empresa americana de gran prestigio en el rubro.
“Se trata de variedades modernas, que brindan diversas ventajas al agricultor y ganadero peruano, donde al menos el 50% del peso del forraje que producen corresponde al peso de las hojas y tienen potencial de producción que supera las 20 toneladas de forraje fresco por hectárea por cosecha”, sostuvo.
Características
Alfalta Hortus 401: Es una variedad dormante que produce entre 4 y 5 cosechas al año, destaca por su resistencia al frío invernal, se siembra a más de 3.300 m.s.n.m. donde las temperaturas son menores a 0°C. Además, tiene alta productividad y calidad de forraje. Es una alfalfa muy apetecible para el ganado.
Por su parte, las alfalfas Hortus 901, 1001 y 1002 son “no dormantes” y producen entre 9 y 10 cosechas al año.
La Alfalfa Hortus 901 es una variedad que destaca porque tiene buena performance en climas calurosos. Es además, nuestra alfalfa más rústica.
La Alfalfa Hortus 1001 es una variedad “top” que destaca por ser bastante equilibrada, tiene muy buen balance entre la productividad, precocidad, calidad de forraje (más del 50% de su peso es de hojas) y tolerancia a plagas y enfermedades.
La Alfalfa Hortus 1002 es una planta más robusta y frondosa. Tiene más del 55% de su peso en hojas, es la que más hojas produce y destaca por su calidad de forraje.
“Hortus seleccionó estas variedades para satisfacer las principales necesidades que tiene el ganadero y brindarle una solución. La planta al lograr una mayor productividad podrá alimentar a un mayor número de animales, además tendrá mayor porcentaje de nutrientes, lo que genera un incremento en la producción de leche y en el engorde. Y por su resistencia a plagas y enfermedades se reduce el requerimiento de aplicaciones químicas”, manifestó.
El especialista señaló que su representada también cuenta con semillas de alfalfa genéricas como la CUF-101 y Siriver, que son opciones más económicas. Así, también cuenta con un herbicida específico llamado “Petardo” que sirve para controlar las malezas en campos de alfalfa. “Es el único herbicida específico para la alfalfa que hay en el mercado peruano. Este se aplica a los 20 días de la siembra, y va a eliminar la competencia con la maleza por nutrientes, agua y espacio durante las etapas iniciales del cultivo”.
Hortus cuenta asimismo con una solución para el control de moluscos llamada “Halizan” que ayudará a controlar el problema de caracoles y babosas en las plantas jóvenes en las zonas de sierra. El producto es de baja toxicidad y biodegradable.
“La contribución de Hortus a la ganadería es el aporte de semillas y soluciones innovadoras en el manejo agronómico, que permiten que el ganadero incremente la producción de carne y leche en sus animales”, finalizó.