(Agraria.pe) La revolución tecnológica está cambiando la forma de ver esta actividad productiva y, ahora, hablar de agricultura refiere indefectiblemente a una actividad con alta tecnología, digitalizada y moderna.
Sin embargo, Hernán Ferrari, experto en agricultura de precisión del INTA Concepción del Uruguay, sostiene que la actividad agrícola sigue siendo el segmento menos digitalizado de la economía mundial. Por ende, “en los próximos años el cambio tecnológico será abrupto y tendrá un impacto revolucionario”, advierte.
De acuerdo a datos del experto, la Argentina se ubica actualmente en el 13º lugar en desarrollos de tecnologías para el agro, entre los 194 países que componen la Organización de las Naciones Unidas.
Según Ferrari, esta posición está altamente subestimada debido al bajo nivel de patentamiento que se realiza en el país y a partir de que las innovaciones no permiten visualizar el verdadero perfil innovador nacional.
Al respecto, el experto sostiene que en la actualidad, cerca de unos 30.000 robots ya están efectuando tareas agrícolas en todo el mundo, y más de 1.000 de ellos están trabajando en la Argentina.
De acuerdo con datos revelados de la consultora IDTechEx, el mercado de drones y robots en la agricultura mueve alrededor de 3.000 millones de dólares al año, pero se prevé que tan solo para el próximo año la cifra ascienda a 10.000 millones.
Los robots están cambiando los métodos de cultivo que están dejando de ser procesos conservadores para ser más predictivos poniendo a la inteligencia artificial al servicio de la agricultura, sobre todo, en el campo de la ciencia genética.
Algunos de los más de 1.000 robots agrícolas que trabajan en Argentina, según indica Ferrari, cumplen funciones de monitoreo (drones y robots terrestres que mediante visión artificial relevan el desarrollo de plagas, enfermedades y estado nutricional de la planta), control (mediante aplicaciones ultra selectiva de fitosanitarios, shock eléctrico, vapor y acción mecánica para el control de malezas) y cosecha (detectan la posición del fruto y grado de madurez para realizar la cosecha individual con brazos de alta precisión).
Finalmente, el experto admite que los objetivos prometedores finales de la irrupción de los robots en el campo son que cada planta fuera monitoreada de manera individual, relevar de cada una exactamente los nutrientes que necesita y registrar cada reacción de la planta ante su entorno.
Fuente: infocampo.com.ar