(Agraria.pe) La seguridad alimentaria es un tema que preocupa a todos, tanto a los gobiernos, como al sector privado, la academia y sociedad civil, que buscan alternativas que permitan garantizar dicha necesidad, que cada vez se ve más amenazada por diversos factores, entre ellos, el cambio climático.
Uno de los aspectos que permiten una mayor producción de alimentos tiene que ver con mejorar el rendimiento productivo, o contar con cultivos resistentes a plagas y enfermedades, donde sin duda la mirada se enfoca en un punto clave de la producción agraria: la semilla.
Diego Risso, director ejecutivo de la Asociación de Semillas de las Américas (SAA), señala que el sector semillero está llamado a ser un gran actor para garantizar la seguridad alimentaria, así que considera necesario estar siempre involucrado en ese espacio de diálogo.
“El rol que juega la industria de semillas ante este desafío es imprescindible; el mundo nos necesita y debemos tener un papel protagónico. Tenemos que ser líderes, invirtiendo permanentemente en investigación y desarrollo, ya que tenemos un compromiso en la generación de nuevas tecnologías incorporadas a las semillas. Claramente, la innovación en genética está llamada a ser uno de los factores claves para mitigar el cambio climático”, sostuvo.
Señaló que a nivel mundial la industria de semillas enfrenta ciertos desafíos, por lo que el mercado demanda tecnología vegetal, y la semilla tiene un gran aliado como es la genética. “Nosotros tenemos que comunicar el valor que hay dentro (y fuera) de una semilla y la solución que proporciona”. Tenemos una gran historia para contar y debemos saber trasmitirla, no sólo a través de la ciencia sino de la emoción.
En ese sentido, dijo que la industria global de semillas está en franco crecimiento en lo que es investigación, desarrollo, producción, distribución y comercialización, lo que genera un círculo virtuoso para el crecimiento del sector, destacando de este negocio su carácter inherentemente internacional.
“Crece el comercio de semillas, y al crecer este comercio va aumentando el número de regulaciones, que muchas veces pueden ser vistas como una barrera, pero en definitiva deberían visualizarse como garantías. Lo importante es que esas regulaciones estén basadas en ciencia y no en política, o no actúen como barreras pararancelarias y traben el mercado y de esa manera se dificulte la investigación, la producción y la comercialización”, manifestó.
Al respecto, indicó que de nada sirve invertir en investigación y desarrollo, obtener nuevas variedades vegetales y generar nuevas tecnologías asociadas a las semillas, si no se llega a los usuarios finales, que son los agricultores, quienes producen los alimentos para que lleguen a la mesa de todos. “Somos aliados estratégicos de los agricultores. Si hacemos todo bien vamos a contribuir al desarrollo y al bienestar social”.
En ese sentido, señaló que el gran desafío es construir un modelo de integración que garantice el diálogo, la productividad y la sostenibilidad; un modelo de integración que involucre a toda la cadena, que permita obtener regulaciones y normativas adecuadas.
A modo de ejemplo, dijo que hay países donde las Leyes de Semillas fueron aprobadas hace 40 años y no han logrado modernizarlas por querer generar una ley “ideal”. Al respecto, dijo que las políticas públicas deben estar orientadas a promover la investigación, la innovación y el desarrollo sostenible del sector semillerista.
“La creación de políticas adecuadas y marcos regulatorios que fomenten la innovación, pero también aseguren el acceso y beneficio equitativo para todo los involucrados, es fundamental para la agricultura en general. Para superar estos desafíos es necesario que exista una colaboración entre el sector público y privado”, aseveró.
Perú tiene potencial para ser productor de semillas
En otro momento, Diego Risso destacó el rol que juega Latinoamérica como proveedor de semillas, siendo una zona de agrobiodiversidad. En ese sentido, señaló que la región es un gran productor y abastecedor de alimentos para el mundo, por lo que se vuelve muy importante el hecho de estar invirtiendo en investigación para desarrollar variedades vegetales que se adapten a nuestra región y a nuestras condiciones agroclimáticas.
Sobre Perú, resaltó el potencial que tiene para seguir desarrollándose y expandiéndose en el negocio de semillas. “Perú tiene una oportunidad única por varias razones (disponibilidad de tierra, disponibilidad de recursos humanos, tema de costos, entre otros) para expandir su negocio semillero y comenzar a ser proveedor de servicios hacia el exterior en temas semilleros, como la generación de información, pero sobre todo producción de semillas para exportar”.
Señaló que muchas empresas del exterior lo han contactado personalmente para conocer cómo funciona el Sistema Nacional de Semillas en Perú, cómo es su normatividad, donde aprecia tiene algunas oportunidades de mejora en cuanto a aspectos regulatorios para hacer de nuestro país un potencial productor de semillas.
Datos
. Sobre promover el uso de semillas certificadas (para contrarrestar el mercado de las semillas ilegales o piratas), el director ejecutivo de la SAA señaló que es fundamental informar y comunicar bien las bondades de las semillas certificadas versus una bolsa que no se sabe cuál es su origen y no tiene garantías. “Hay varios factores que hacen que un agricultor adquiera semilla ilegal, siendo el precio uno de ellos, sin embargo, está comprobado que las semillas de origen ilegal realmente traen muchos perjuicios y en definitiva eso atenta contra la rentabilidad del cultivo o del negocio agropecuario. Si uno se dedica a sacar los números del impacto negativo que tiene el uso de semillas piratas, seguramente los agricultores usarían semilla certificada, ahí la importancia de la información y la comunicación”, finalizó.
. El Ing. Diego Risso, director ejecutivo de la Asociación de Semillas de las Américas (SAA) participó en el I Foro Nacional de Semillas, organizado por la Asociación Peruana de Semillas (APESemillas).